TECNOLOGÍAS DE PROCESO

PERIODO ABRIL/OCTUBRE 2021_ Total de informaciones analizadas: 37

Interpretando el mapa…

Fermentación, una tecnología que abre puertas

Entre las que bautizamos como nuevas tecnologías de procesado, destacamos la fermentación. No por el hecho de tratarse de una tecnología novedosa, sino porque se está reinventandoy abriendo diversas puertas hacia la innovación.
La industria alimentaria está explorando con algunos resultados ya presentes en mercado el potencial de la fermentación a la hora de desarrollar proteínas alternativas o ingredientes que encajen en el concepto Clean Label y la demanda de alimentos más saludables.
ENOUGH ha anunciado que pondrá en marcha la planta más grande del mundo de proteínas fermentadas, Roquette apuesta por desarrollar edulcorantes mediante fermentación, Solar Biotech ha recibido 2 millones de dólares de inversión para seguir mejorando la tecnología… Son solo algunos de los ejemplos que ilustran que este escenario de oportunidad es importante. Por delante, está el reto de incrementar la capacidad de producción de los bioerreactores para poder escalar los desarrollos a nivel industrial. Hay margen y mimbres para superar ese desafío.

La fermentación de precisión, el siguiente nivel

Al utilizar a los microorganismos como “biofactorías”, la fermentación de precisión va un paso más allá de la fermentación de biomasa o la tradicional. Desde 2020 Su implementación ya se traduce en realidades de mercado gracias a compañías como Perfect Day, que ha apostado por esta tecnología como propuesta de valor y ya tiene a sus espaldas varios lanzamientos de productos con su proteína de suero de leche animal-free.
Otras startups referentes que están atrayendo el interés del capital gracias a la fermentación de precisión son The Every Company (anteriormente Clara Foods) Motif Foodworks, Imagindairy o Formo. Casi todas predicen ya que sus lanzamientos irán llegando al mercado en el espacio de uno o dos años. Como desafío para que esta tecnología pueda consolidarse encontramos una doble necesidad: la de aumentar la capacidad de escalado y la de reducir los costes de producción.

 El potencial de la biología sintética

También se están generando grandes expectativas en torno a la biología sintética, una tecnología que también muestra un gran potencial para desarrollar diversos ingredientes o proteínas alternativas a las de origen animal.
Algunas startups representativas, que combinan la biología sintética con tecnologías como la fermentación, son Debut Biotech (se refieren a su proceso como biomanufactura libre de célula) o la anteriormente mencionada Solar Biotech. El escalado industrial y los altos costes vuelven a ser retos a superar en el caso de esta tecnología.

El sistema inmune importa, también desde la alimentación

Siendo aún más específicos en el segmento de los alimentos funcionales, entraríamos en el campo de la inmunoalimentación. Es un escenario de oportunidad marcado por los lanzamientos de producto que contienen ingredientes muy específicos, que ofrecen beneficios para reforzar el sistema inmune (ashwagandha, ginseng, hongos…) y que ha surgido con fuerza a raíz de la pandemia de COVID-19.
NutriLeads (ingrediente a partir de subproductos de zanahoria) o NatureWay (gominolas dirigidas a adultos con beneficios para el sistema inmune) son algunas de las compañías que han impulsado nuevas propuestas en estos últimos meses, al abrigo de una tendencia que también basa su éxito en la transparencia y la credibilidad de los claims.

¿La impresión 3D ante su salto definitivo en la industria alimentaria?

La impresión 3D ha sido, desde su puesta en escena, una tecnología generadora de hype. En la industria alimentaria, su crecimiento ha sido menor que en otros sectores, pero nos encontramos en un momento interesante. Hay una amplia lista de startups que trabajan en base a la impresión 3D y que, poco a poco, están consiguiendo situarse cerca de la frontera entre el desarrollo tecnológico y la llegada a mercado.
Aleph Farms, Redefine Meat, MeaTech, Novameat o Cocuus son algunas de esas compañías sobre las que oímos hablar cada vez más. No solo por ser un imán para inversores, entre ellos algunos personajes públicos de renombre como Leonardo Di Caprio o Ashton Kutcher, sino también por los avances que están experimentando sus desarrollos tecnológicos. Cocuus, por ejemplo, mostró el pasado junio el primer chuletón bioimpreso a partir de células.
La impresión 3D se muestra como una tecnología viable para el desarrollo de análogos de carne y pescado en base a proteína vegetal o células, aunque también está siendo utilizada para imprimir gominolas con nutrientes personalizados para los consumidores, tal y como hace Nourished.

Encapsulación: margen de crecimiento

La encapsulación no tiene el protagonismo de otras tecnologías en lo que se refiere a ruido mediático, pero no está exenta de casos de éxito, como el de la startup YouZooki, que fabrica un sirope con propiedades funcionales, o PERKii, que desarrolla bebidas con probióticos encapsulados en un microgel. Precisamente, su capacidad para introducir diversos compuestos manteniendo su estabilidad en los procesos la hace una tecnología especialmente interesante para el desarrollo de productos funcionales.

Hacia una extrusión 2.0

La tecnología de extrusión tiene ya un amplio recorrido en la industria alimentaria y ha sido clave en el impulso de los análogos de carne ‘plant-based’. En la actualidad, existen algunas propuestas de “nueva extrusión” mediante la cuál se está logrando mejorar la textura y la apariencia de este tipo de productos.
Aunque todavía no se trata de aplicaciones tecnológicas consolidadas en mercado y su implementación presenta retos como el escalado o el coste, no hay que perder de vista desarrollos como los de la startup francesa Umiami o Meat.The.End, que recientemente realizó su solicitud de patente para su “extrusión de nueva generación” de la que apenas ha dado detalles.

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