PROTEÍNAS ALTERNATIVAS

PERIODO ABRIL/OCTUBRE 2021_ Total de informaciones analizadas: 174

Interpretando el mapa…

El avance imparable de la proteína alternativa
El ‘plant-based’ se encuentra en un momento de crecimiento de mercado. En estos seis meses se han sucedido los lanzamientos de producto o las ampliaciones de gama por parte de empresas ya consolidades en el sector.
Además, startups como Impossible Foods, Beyond Meat o Eat Just -entre muchas otras- continúan su expansión comercial, con nuevos desarrollos o aterrizajes en canales como HORECA o foodservice. P&R Intelligence prevé que el mercado global de proteína vegetal alcance un valor de 26.721 millones de dólares en 2030. Mientras avanza esta creciente consolidación en mercado, se siguen buscando soluciones tecnológicas a retos pendientes. Uno de ellos es la mejora de cualidades sensoriales de los productos análogos, con especial hincapié en categorías menos desarrolladas como los ovoproductos o el pescado. También la necesidad de mejorar el perfil nutricional, así como la simplificación de las etiquetas y la aproximación al concepto Clean Label. Otra de las claves para que el ‘plant-based’ siga atrayendo el interés de los consumidores es su democratización en lo que a precio se refiere.

 

Este momentum de la proteína vegetal no quiere decir que otras fuentes proteicas alternativas no vayan ganando terreno. Al contrario. El auge de los desarrollos en base a fermentación (Singel Cell Protein) es un hecho.Lo vemos con el empuje inversor en startups como Perfect Day (casi 700 millones de dólares en todo este 2021) o Change Foods (2,1 millones de dólares en junio), entre otras. Aunque hay productos que van llegando al mercado poco a poco, todavía se trata de una fuente proteica que se sigue investigando y desarrollando tecnológicamente. Por ejemplo, la startup española MOA Foodtech está avanzando con grandes resultados en el desarrollo de su polvo e proteína a partir de fermentación y llegando a acuerdos de colaboración con corporates como Barilla.


No quedan atrás los desarrollos cell-based. Aquí, además del escalado, la principal barrera es la regulatoria. Las startups más relevantes continúan anunciando planes para prepararse cuando se abra la “veda” legislativa y la inversión no cesa. Dos ejemplos representativos de ese interés inversor y acaecidos este año son Biomilk (salida a bolsa y 2 millones de dólares invertidos por Coca-Cola Israel) o Eat Just (97 millones de dólares en septiembre).
La israelí SuperMeat o la estadounidense Blue Nalu son otras de las startups referentes este escenario de oportunidad, en el que también están entrando las grandes compañías del sector. Una de las últimas, Nestlé, que ya trabaja codo con codo con otra startup de Israel como Future Meat con el objetivo de prepararse para una próxima incursión en el mercado.

Usar hongos para fabricar alimentos análogos a los de origen animal –especialmente sustitutivos de carne– es otro escenario de oportunidad en el que se están dando grandes avances. Los inversores han puesto su vista en startups como Fable (4,8 millones de dólares), ya presente en el mercado británico, o Atlast (40 millones de dólares). Esta última propone cortes enteros en base a micelio, un hongo filamentoso que también está trabajando con grandes expectativas la startup española Innomy. En pleno proceso de refinar su escalado industrial, la compañía ya tiene en mente sus primeros lanzamientos para 2022.A nivel de mercado, además de la mencionada Fable, un referente con bastante recorrido es Quorn, compañía británica que sigue expandiéndose (acaba de aterrizar en España) con sus productos análogos de carne a base de proteína de hongos.

En Asia, es ya conocida la leche animal-free que ha desarrollado Sophie’s Bionutrients a partir de microalgas. Esta startup planea ya expandir la categoría y fabricar quesos o yogures, mostrando que esta fuente de proteínas también tiene potencial para crecer en el mercado. Este año hemos podido ver en rondas de financiación destacadas como la de Sophie’s Kitchen (5,6 millones de dólares), que desarrolla análogos de marisco, o Plantible Foods (21,5 millones de dólares), que trabaja la lema, también conocida como “la lenteja del mar”. El principal reto en este escenario es reducir los costes de producción para optimizar el escalado a nivel industrial.

Aunque se han dado pasos a nivel regulatorio, con la aprobación del Tenebrio molitor como Novel Food a principios de año, la proteína de insectos para alimentación humana sigue siendo un escenario con desafíos pendientes. Principalmente, las propias barreras regulatorias, que ralentizan la llegada de desarrollos al mercado, pero también la aceptación del consumidor. Research&Markets augura un valor de mercado cercano a los 5 billones de dólares para 2027. ¿Llegará ese despegue?

Los desarrollos de proteína a partir de CO2 aún generan más expectativas y promesas que certezas, pero lo cierto es que no hay que perder de vista a algunas startups que apuestan por ellos. NovoNutrients ha logrado, este verano, obtener 4,7 millones de dólares que le permitirán completar su programa piloto. Por otro lado, Air Protein sigue avanzando en su análogo de carne desarrollado a partir de los denominados hidrogenotropos (una especie de microbios aéreos) y promete generar alimentos ricos en proteína con menos agua y sin necesidad de tierra que cultivar. Seguiremos observando…

 

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