PROTEÍNAS, GRASAS Y ALIMENTOS ALTERNATIVOS

PERIODO SEPTIEMBRE/NOVIEMBRE 2024_ Total de informaciones analizadas: 206

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SCP-Fermentación: apuesta firme de los inversores

La inversión en proteínas alternativas a nivel mundial cayó en el tercer trimestre de 2024 (últimos datos disponibles a la finalización de este análisis), según la información facilitada por The Good Food Institute (GFI), que solo tiene en cuenta estas proteínas alternativas: plant based, cell-based y la proteína en base a fermentación.

Según el organismo, “las empresas de proteínas alternativas recaudaron, a nivel mundial, 233 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, lo que supone una caída del -36,5%, en referencia al segundo trimestre de 2024”.

 

Si miramos el total del año, en los nueve primeros meses de 2024, la inversión en este sector asciende a 899 millones de dólares, lo que supone un incremento del +31,8%, respecto al mismo periodo de 2023. Pero las cifras de este año se encuentran aún muy lejos de 2022, cuando en los nueve primeros meses las empresas de proteínas alternativas alcanzaron una financiación de 2.200 millones dólares, según los datos de GFI.

Por tipo de proteína, la elaborada a través de fermentación (englobada en nuestro Mapa en el escenario SCP-Fermentación) es el tipo de proteína por la que más están apostando los inversores en lo que va de 2024. Tras liderar la inversión en los dos primeros trimestres en este tercero repite al alcanzar los 174 millones de dólares, lo que representa el 74,7% del total de inversión en proteínas alternativas, conforme a GFI, y supone un incremento del 2,3%, en referencia al segundo trimestre de 2024.

Aprobaciones legislativas

Esa apuesta inversora por este tipo de proteína está permitiendo a las empresas avanzar en el desarrollo de proteínas que están logrando solventar barreras regulatorias. En este periodo conocimos el caso de varias de ellas que han conseguido aprobaciones para poder comercializar diferentes proteínas lácteas en Israel o China, el caso de startups europeas que han logrado el estatus Gras de FDA o dictaminaciones de seguridad positivas por parte de EFSA a ingredientes modificados genéticamente elaborados a través de fermentación de precisión.

Muestra de ello es AllG, startup que se ha convertido en la primera en lograr la aprobación para vender su lactoferrina bovina, elaborada a través de fermentación de precisión, en China. La startup australiana tiene como objetivo lanzar sus primeros productos al mercado en la segunda mitad de 2025. La lactoferrina, una proteína de suero de leche que se encuentra en la leche materna y el calostro bovino justo después del nacimiento, es muy demandada por sus numerosos beneficios funcionales, incluida la regulación del hierro y se trata de un ingrediente que es caro y escaso.

A finales de noviembre, la startup Imagindairy anunció que había recibido la aprobación regulatoria del Gobierno de Israel para su proteína láctea beta-lactoglobulina, elaborada a través de fermentación de precisión. El enfoque de la startup se ha centrado en la beta-lactoglobulina, que representa el 65% de todo el suero que se encuentra en la leche y se dice que es nutricionalmente superior a la mayoría de las proteínas, y tiene propiedades gelificantes, espumantes y emulsionantes que mejoran la textura de una variedad de productos alimenticios y bebidas.

Esta aprobación sigue a la conseguida anteriormente por la startup en Estados Unidos y se convierte, tras Remilk, en la segunda empresa de fermentación de precisión a la que se le permite vender su proteína en el país hebreo.

Startups europeas han conseguido avances para poder comercializar sus proteínas lácteas elaboradas en base a fermentación de precisión en Estados Unidos. La austriaca Fermify ha logrado el estatus GRAS para su caseína “no animals” y la danesa 21st.BIO anunció que también obtuvo el estatus GRAS autoafirmado para su BLG Essential+, beta-lactoglobulina producida a través de fermentación de precisión.

Y en la Unión Europea estamos más cerca de poder degustar la Impossible Burger de Impossible Foods. El motivo es que el Panel de Organismos Genéticamente Modificados de EFSA ha dictaminado que el uso de leghemoglobina de soja (más conocido como hemo), ingrediente derivado de levadura modificada genéticamente, es “seguro para el consumo humano con respecto a los efectos de la modificación genética”. Este visto bueno sigue al primero dado por EFSA para el uso de este ingrediente.

El dictamen del Panel supone un hito importante en el largo camino de la empresa hacia la entrada en el mercado de la UE, y marca la culminación de una parada del reloj -un periodo en el que la evaluación se detiene oficialmente a la espera de más información por parte de la empresa- que había obstaculizado el proceso desde diciembre de 2021.La publicación final del dictamen de EFSA se producirá tras un período de consulta pública antes de solicitar la aprobación final de la Comisión Europea y sus Estados miembros.

Financiaciones, inversiones y patentes

La financiación más grande conocida en este periodo analizado la logró una compañía que produce proteína en base a fermentación. Se trata de Formo, que recaudó 61 millones de dólares. La compañía utilizará esta financiación para avanzar en su expansión internacional, diversificar su gama de productos, impulsar el crecimiento de los ingresos y alcanzar la rentabilidad neta para 2027. La empresa también está trabajando para acelerar la comercialización de caseína libre de animales, que le permitiría la producción de alternativas a los quesos duros. Para ello, está colaborando con la startup belga, experta de fermentación de precisión Those Vegan Cowboys.

Otra gran financiación fue la conseguida por Helaina, que logró recaudar 45 millones de dólares para avanzar en el escalado de su ingrediente Effera, lactoferrina producida a través de fermentación. Se trata de una proteína que se encuentra en la leche materna y que es conocida por mejorar la absorción de nutrientes y el apoyo cognitivo.

Mirando más allá de las proteínas lácteas, conocimos inversiones para producir otro tipo de proteínas como las de huevo. Bajo ese foco, Onego Bio, empresa de tecnología alimentaria estadounidense-finlandesa, ha abierto unas instalaciones en San Diego (California), que incluyen espacio de oficinas, capacidades avanzadas de laboratorio y una cocina de prueba diseñada para demostrar las aplicaciones funcionales de su producto estrella, la bioalbúmina, proteína de huevo en polvo, sin animales, creada mediante fermentación de precisión.

Siguiendo con las proteínas de huevo, The Every Co recibió su última patente US 12/096,784 para su ovoalbúmina (la proteína principal que se encuentra en las claras de huevo), elaborada con la tecnología de fermentación de precisión. Esta patente cubre cualquier composición de ingredientes para productos alimenticios que incorpore ovoalbúmina recombinante, combinada con, al menos, un ingrediente consumible adicional.

En proteína vegetal, la inversión a nivel mundial descendió en el tercer trimestre de 2024, respecto al periodo anterior, en un -30%, para sumar 56 millones de dólares, según datos de GFI.

A pesar de esa bajada, en este análisis (septiembre-noviembre) conocimos algunas financiaciones importantes:

  • los 30 millones de dólares que recaudó Plantible Foods. La empresa destinará este capital a ampliar las capacidades de producción de su proteína Rubi, que la extrae de la planta acuática de hoja verde llamada lemna (lenteja de agua).
  • los 25 millones de euros logrados por la startup parisina de análogos de carne vegetal La Vie. Esa financiación la usará para mejorar y ampliar su catálogo de productos y ampliar su presencia en Francia y Reino Unido, principalmente.
  • los 17,4 millones de euros recaudados por la startup barcelonesa de alternativas vegetales a la carne Novameat. La compañía los utilizará para entrar en nuevos mercados en Europa, ampliar su cartera de productos, escalar la producción y acelerar la investigación y el desarrollo de su proceso de producción patentado «microforce», tecnología de texturizado a baja temperatura y presión.

 

De interés también es la asociación entre Ingredion con la cooperativa agrícola Lantmännen, la cual planea invertir más de 100 millones de euros en una fábrica en Suecia para desarrollar aislados de proteínas de origen vegetal a base de guisantes amarillos. 

Precio, clean label y etiquetado, algunos retos del plant-based

En este escenario, seguimos viendo como las empresas continúan tratando de convencer a los consumidores que sus productos son más sostenibles, no son “ultraprocesados”, tienen buen sabor y textura y pueden competir de tú a tú en precio con sus homólogos de origen animal.

La barrera del precio es uno de las principales desafíos a superar por este mercado para que esta clase de alimentos sean más aceptados.

A este respecto, estamos encontrando diferentes iniciativas enfocadas a bajar o poner precios similares a los análogos de origen animal. En Australia, vEEF ha introducido una nueva gama de análogos de carne plant-based a un precio más bajo que sus homólogos de origen animal. ¿Cómo lo ha conseguido? La compañía explica que su centro de fabricación agiliza la producción y reduce la dependencia de proveedores externos para reducir los costos de intermediación, al tiempo que trabaja para ser más eficiente en su cadena de suministro.

En Europa McDonald’s Francia ha introducido en su menú nuggets veganos, elaborados por Beyond Meat, al mismo precio que los de pollo, y en Estados Unidos Chunk Foods ha lanzado en el mercado minorista cuatro productos plant based a precios similares a sus homólogos de origen animal.

Otra gran desafío al que se enfrenta este escenario es el lograr elaborar productos más clean label. Muchos consumidores perciben a los productos plant-based como ultraprocesados. Ante ello, los productores tienen que comunicar el valor que aportan este tipo de productos y centrarse en lanzar alternativas saludables, con ingredientes de origen natural y que sean clean label.

Algunas empresas ya están optando por ese enfoque. Ejemplo de ello es la nueva plataforma Beyond IV de Beyond Meat en donde la compañía incluye productos con una revisión de la receta original con ingredientes limpios, un perfil nutricional mejorado y mejores funciones de cocción, o la apuesta de Heura por desarrollar embutidos, queso o pasta plant-based que supongan una alternativa rica en nutrientes, sin aditivos, almidones modificados ni grasas saturadas.

El tema del etiquetado continúa siendo una barrera para este escenario. Diferentes países están proponiendo restringir términos para referirse a este tipo de alimentos, dos de los últimos casos conocidos, son la República Checa, en donde están proponiendo el impedir que los fabricantes de productos de origen vegetal puedan utilizar términos como “escalope”, “salchicha” o “hamburguesa”, o el dictamen de un Tribunal del Reino Unido que ha prohibido usar términos como “leche” para referirse a análogos lácteos de origen vegetal en Reino Unido.

Además, en muchas ocasiones existe confusión y ambigüedades en torno a la terminología de los nuevos alimentos lo que dificulta la armonización de una reglamentación internacional.

En este sentido, un poco de luz a este asunto arroja el dictamen del Tribunal de Justicia de la UE en el que explica que los Estados miembros no pueden prohibir el uso de nombres habituales o descriptivos para alimentos vegetales sin un nombre legal específico. Es decir, si no se ha adoptado un nombre legal, un Estado miembro no puede prohibir el uso de términos tradicionalmente asociados con productos de origen animal para designar productos con proteínas vegetales. Sin embargo, las autoridades nacionales pueden actuar si consideran que el etiquetado o la publicidad de un alimento induce a error o engaño al consumidor.

En España, las denominaciones legales y habituales reguladas por el Real Decreto 474/2014, por el que se aprueba la norma de calidad de derivados cárnicos, no pueden utilizarse para denominar productos veganos. Por ejemplo, usar el término chorizo o morcilla vegana sería incorrecto. En cambio, utilizar otras denominaciones tradicionalmente asociadas con productos de origen animal no reguladas por el Real Decreto sí podrían utilizarse siempre que el etiquetado y publicidad no induzca a error al consumidor.

En la UE no se cubre la demanda con la producción de proteínas vegetales

Otro desafío que tiene la Unión Europea respecto a las proteínas vegetales es que el volumen de cultivos herbáceos no cubre las necesidades de la zona euro. En la campaña 2023-2024, el sector europeo de los cultivos herbáceos ha suministrado 64 millones de toneladas de proteína bruta y ha importado 19 millones de toneladas de proteínas vegetales, lo que subraya la dependencia de la UE en mercados externos, particularmente para productos como la soja y la harina de soja, con lo que supone de aumento de costes y gastos para las empresas que utilizan estos tipo de ingredientes.

Ante este hecho, desde la UE se está invirtiendo en diferentes propuestas para mitigar ese desfase como los proyectos de investigación Horizonte Europa, que tienen como objetivo desarrollar sistemas agrícolas y cadenas alimentarias competitivas y sostenibles, que puedan contribuir a reducir la dependencia de la UE de las proteínas vegetales importadas.

Un escenario que también ha experimentado decrecimiento en inversión a nivel global en ha sido el de cell-based. Pasando de lograr 118 millones en el segundo trimestre de 2024 a solo 3 millones de dólares en el tercer trimestre, lo que significa un descenso del -97,4%.

A pesar de esa bajada, hemos visto avances y nuevos lugares en los que se permite comercializar algún producto cell-based. Hong Kong se une a una lista iniciada por Singapur y a la que le siguieron Estados Unidos e Israel.

La startup australiana Vow lanzó en un restaurante de Hong Kong su Foie gras cell-based, lo que supone la primera vez que se puede degustar un producto de este tipo en la ciudad china (en el resto del país no se permite comercializar ningún producto cell-based). La startup cumplió los nuevos estándares alimentarios de Hong Kong al recibir la aprobación regulatoria en Singapur, que la logró en abril de 2024. Además, Vow continúa buscando la aprobación regulatoria en Australia.

Fuera del periodo analizado, en diciembre,  Biokraft Foods organizó la primera degustación pública para un producto cárnico cell-based, en este caso de pollo, en la India y la israelí Aleph Farms presentó la primera solicitud para poder comercializar carne cultivada en Tailandia.

Pero no todo es avance en este escenario. También están surgiendo “vientos” legislativos desfavorables y posiciones políticas que están llegando al poder, en diferentes países, que están optando por prohibir la producción o comercialización de nuevos alimentos, como los cell-based.

Muestra de ello es Nebraska, en donde se firmó una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias estatales adquirir productos cárnicos cultivados y para 2025 su gobernador espera prohibir la venta de productos cárnicos cultivados en ese estado. Si finalmente se lleva a cabo esta prohibición este estado se uniría a los de Ohio y Florida que presentaron prohibiciones similares.

En la Unión Europea, existen países que también quieren prohibir los productos cell-based como Hungría, nación que propuso una prohibición para consumir carne cultivada en toda la UE, aunque la Comisión rechazó esa propuesta.

Creación de sandboxes

Para tratar de superar las barreras legislativas, en este escenario hemos conocido como en algunas zonas se están creando nuevos espacios de innovación que faciliten a las empresas avanzar en sus investigaciones en entornos más flexibles para que puedan experimentar y adaptar sus productos a los requisitos establecidos por las leyes.

Hablamos de los sandbox, entornos controlados de pruebas que permiten a empresas e instituciones experimentar y desarrollar proyectos innovadores bajo la supervisión de las autoridades reguladoras, sin entrar en conflicto con las normativas vigentes.

El Gobierno de Reino Unido apuesta por esta figura y ha invertido 1,92 millones de euros en un sandbox que tiene como objetivo agilizar la aprobación de carne y pescado cell-based.

Para no perder ese tren, en la Unión Europea también se están impulsando iniciativas de este tipo, como la que representa Genopole, el principal bioclúster de Francia, que en septiembre de 2024 presentó el proyecto APROVALS, en colaboración con otras instituciones de investigación europeas. Esta iniciativa busca crear un nuevo sandbox europeo (el primero dentro del ámbito de la Unión Europea) enfocado en el desarrollo y validación de tecnologías emergentes en la agricultura celular.

Rebajar el precio

Uno de los grandes desafíos del cell-based es producir alimentos que no sean tan costosos. Las empresas se afanan en reducir esos costes para poder producir a un precio razonable.

En este sentido, Supermeat anunció su capacidad de producir pollo 100% cultivado (85% músculo y 15% grasa) a $11.79 por libra cuando se produce a gran escala, igualando el coste del pollo premium criado en pastos de EE. UU.

Para lograrlo, la startup indica que se basa en tres pilares:

  • Líneas celulares robustas: la empresa dice que ha logrado desarrollar una línea celular robusta con altas densidades, sin modificaciones genéticas, lo que “garantiza un ciclo de producción consistente y eficiente que permite altos rendimientos”, explica.
  • Reducción de los costes de los medios de crecimiento, mediante el uso de alternativas “no animals”.
  • Más rendimiento: la biotecnológica israelí utiliza células madre embrionarias, lo que permite “la producción de tejidos musculares y grasos directamente a partir de células animales con mayor peso celular”, indica. La grasa crece en 24 horas y las células musculares en 4 días, y las células casi duplican su tamaño, “lo que reduce los costos en aproximadamente un 50%”, aseveran desde la compañía.

El escenario de Hongos es el que más crecimiento ha experimentado en cuota de voz en el macroescenario de Proteínas alternativas, protagonizando una subida de más del 58%. Gran parte de culpa lo tienen los diferentes lanzamientos, que protagonizan más del 26% de las noticias de este escenario. En este periodo, hemos visto novedades en alternativas a la carne con microproteínas, snacks en base a hongos ostra, análogos de queso con koji, o ingredientes en base a microproteínas, diseñados para utilizarlos en diferentes aplicaciones alimentarias de proteínas alternativas.

Solicitud en la UE

El escenario de hongos tampoco se libra de “sufrir” el camino legislativo. Una startup que ha iniciado ese largo proceso en la UE es la finlandesa Enifer, la cual ha solicitado la aprobación, como novel foods, para su micoproteína Pekilo. La startup también planea solicitudes en Reino Unido, Estados Unidos y Singapur (primer lugar donde cree que podrá comercializar algún producto).

Una startup que ya logró el estatus GRAS en Estados Unidos y la aprobación regulatoria en Singapur es The Better Meat Co, concretamente para su micoproteína Rhiza. La startup ha anunciado que ha conseguido su quinta patente en Estados Unidos para su proceso patentado utilizado para producir y usar su micoproteína Rhiza.

Financiación cara y cruz

En este escenario, la financiación más alta fue la lograda por Ecovative, con 28 millones de dólares. El capital lo usará para expandir en norteamérica Mybacon, producto a base de micelio. La idea es pasar de 600 a miles de tiendas durante 2025.

La otra cara respecto a la financiación es la que representa Mycobytes, empresa que elaboraba productos en base a hongos y que cesó debido a que no logró superar sus problemas financieros.

Otro de los escenarios que ha experimentado crecimiento en cuota de voz es el de Algas, con una subida de más del 45%. Muchas de las noticias (40%) han estado protagonizadas por diferentes proyectos o iniciativas que tienen como objetivo lanzar un producto en base a algas para 2025 como el de SimpliiGood que informó su intención de lanzar su análogo de salmón ahumado en base a espirulina en los primeros meses de 2025.

Otra startup que espera a principios de 2025 iniciar su producción comercial es Brevel, startup que utiliza la fermentación de biomasa para producir proteínas de microalgas y que inauguró sus nuevas instalaciones en junio de 2024. La compañía israelí utiliza una tecnología patentada que consiste en cultivar microalgas mediante un proceso de fermentación que combina luz, azúcar y una cepa de microalgas no transgénica de la familia de la chlorella, con el objetivo de producir proteínas alternativas y otros coproductos como aceite alternativos.

La china Protoga Biotech también espera que su producto esté disponible próximamente. Lo curioso de su propuesta es que se trata de una alternativa a la leche elaborado a partir de un polvo derivado de microalgas.

Una propuesta que ya se puede encontrar en el mercado es la alternativa de camarón en base a algas de la startup suiza Catchfree. La compañía elabora este producto combinando microalgas con otras proteínas vegetales para replicar el sabor, la textura y el valor nutricional de sus homólogos de origen animal.

En cuanto a financiación destaca la conseguida por MiAlgae, 18,5 millones de dólares, que los utilizará para financiar una nueva instalación a escala comercial en Escocia, y así aumentar la producción de omega-3 a partir de microalgas, dirigida al mercado acuícola o de mascotas.

El otro escenario que superó el 50% de crecimiento en representatividad en los medios de comunicación es el de Insectos, en el que hemos visto diferentes noticias relacionadas con la alimentación animal.

La principal fue la ronda de financiación de 30 millones de euros de la española Tebrio, que la destinará a ampliar las capacidades de producción de Tebrio en sus instalaciones de 90.000 m2, las cuales están en construcción en Salamanca. Especializada en la producción industrial a gran escala de Tenebrio molitor (comúnmente conocido como gusano de la harina), Tebrio tiene como objetivo aumentar su producción anual a más de 100.000 toneladas para satisfacer las crecientes necesidades globales de productos sostenibles a base de insectos, utilizados en sectores como los alimentos para animales y los bioplásticos.

Otra startup que ha logrado financiación es Tuggs (1,1 millones de libras esterlinas). Esta startup mezcla proteína de insectos con otras carnes, pescados y verduras para crear alimentos para perros.

En el otro lado de la balanza, conocimos como Ynsect, uno de los referentes del foodtech francés, presentaba en octubre de 2024 ante el Juzgado Mercantil de Évry el equivalente a nuestra figura de concurso voluntario en lo que se entiende como un intento supervivencia mientras trata de recaudar nuevos fondo. Esta maniobra llega poco más de un año después de que la compañía lograse recaudar 175 millones de dólares en su última ronda de inversión, que llegó acompañada de un importante golpe de timón en su estrategia, donde destacaba su viraje hacia segmentos con mayores márgenes, como el del petfood.

Solar Foods sigue marcando el ritmo en este escenario. La startup finlandesa informó que Solein, su proteína de aire, se ha podido degustar en noviembre de 2024 en algunos platos seleccionados del restaurante Omsted de New York: Beer Battered Delicata Solein Squash Rings, Solein Brussels Sprout Spätzle, Solein Carrot Crepe and Old School Solein Chocolate Mousse.

Esto ha sido posible gracias a que Solar Foods logró registrar su planta de producción de Vantaa (Finlandia) ante FDA, además de cumplir con otros requisitos del organismo para poder comercializar su proteína en Estados Unidos. Anteriormente, en septiembre de 2024, la startup recibió estatus GRAS autoafirmado para Solein.

En fase más de prototipo conocimos la mantequilla, elaborada a partir de CO2 e hidrógeno, de Savor. Este producto no es el único en el que están inmersos desde la compañía ya que están trabajando en desarrollar alternativas para la leche, el helado, el queso, la carne y los aceites tropicales (palma y coco).

En fase de retos y barreras se encuentra el escenario de Productos Híbridos. Uno de los retos a los que se enfrenta el sector homogeneizar la proporción de la mezcla para que un producto se pueda considerar híbrido.

Hasta el momento no hay regulación al respecto, varias empresas están optando por una proporción del 50/50, lo que supone una forma sencilla de introducir el producto al consumidor. Pero esa proporción no siempre es realista, como ocurre con el producto de Good Meat que se vende en la carnicería Huber’s de Singapur, que en realidad contiene un 3% de carne cultivada y un 97% de proteínas y condimentos vegetales, una proporción que ha generado algunas críticas. Y es que cuanta más carne cell-based se agregue en la proporción más caro resulta el producto.

Eso sí, para muchas empresas, los productos híbridos se están erigiendo en una solución para abaratar costes y precios de los alimentos elaborados con proteínas alternativas, conseguir de forma más sencilla la escalabilidad o para superar más fácilmente la barrera legislativa.

Algunas empresas están apostando por esta propuesta, en la anterior edición conocimos la idea de Quorn de mezclar su ingrediente micoproteico con carne. Y en este análisis hemos sabido de la iniciativa de Fable Foods, fabricante australiano de productos en base a hongos, el cual ha lanzado una infusión de infusión de shiitake, diseñada para mezclarse con carne picada de res.

El motivo de esa apuesta por lo híbrido por parte de la empresa austral es que según su criterio “las opciones basadas en plantas requieren que la mayoría de los consumidores omnívoros hagan algún sacrificio. Así que empezamos a pensar en nuevas formas de ayudar a los consumidores que quieren reducir su consumo de carne. Y una de esas maneras es lanzando productos con porciones más pequeñas de carne y reformulando la composición sustituyendo verduras por algo de carne”.

Otras compañías prefieren apostar por la colaboración para poder alcanzar más fácilmente el mercado. Eso es lo que proponen las startups Revo Foods, que produce alternativas de pescado plant based impresos en 3D, y la belga Paleo, la cual desarrolla hemo a través de fermentación de precisión. Ambas compañías han iniciado un proyecto, financiado por el programa Eurostars de la Unión Europea con 2,2 millones de euros, para desarrollar un análogo de filete de salmón plant based en la que se va a incluir hemo elaborado con fermentación de precisión.

La innovación en ingredientes y alimentos alternativos muestra tendencias significativas que reflejan preocupaciones por la sostenibilidad, la salud, la escasez en el suministro o la ética.

Muchas de las innovaciones, propuestas y desarrollos vistos en este periodo tuvieron como foco principal el elaborar alternativas al cacao o al chocolate, debido a la falta de suministro de este ingredientes, el impacto ambiental que supone, consideraciones éticas y fluctuaciones en los precios.

La suma de esas causas está propiciando la proliferación de inversiones en empresas que trabajan en alternativas al cacao como Nukoko, Voyage Foods, Foreverland o Planet Foods, que las elaboran con ingredientes como avena, habas, semillas de girasol o algarrobas.

Otras apuestas se centran en la agricultura celular para producir el codiciado oro marrón. Fuera de este periodo analizado, conocimos el caso de Celleste Bio, startup que combina tecnología agrícola y biotecnología con inteligencia artificial para extraer células de plantas de cacao, que posteriormente se multiplican en biorreactores para producir la misma cantidad de manteca y polvo de cacao a partir de uno o dos granos de cacao.

Continuando con el cacao y el chocolate, vemos multinacionales y empresas que están lanzando alternativas a productos icónicos. Ferrero ha lanzado una Nutella vegana, con una receta similar a la original, en la que reemplaza la leche en polvo por ingredientes de origen vegetal como garbanzos y jarabe de arroz. Similar idea es la que presenta Buttemilk que ha lanzado una barra de chocolate sin lácteos y plant based.

Un ingrediente en el que estamos viendo que también se está poniendo el foco para elaborar diferentes alternativas es la miel. En este sentido, Melibio recibió una inversión (no relevada) para seguir desarrollando sus propuestas de miel sin abejas: miel de origen vegetal y miel elabora a través de fermentación de precisión.

Siguiendo con inversiones no reveladas, Phytolon usará la suya para seguir desarrollando sus colorantes alimentarios elaborados a través de fermentación de precisión. Además, la startup israelí se ha asociado con el gigante de la alimentación Rich Products Corporation para que este último explore los colorantes de la startup en varios de sus productos, desde glaseados hasta productos horneados.

Por último, mirando al mercado español Uobo, que elabora un sustituto vegetal del huevo ha cerrado una ronda de 500.000 euros y ha forjado una alianza con Cubiq Foods, empresa de referencia en el desarrollo de grasas funcionales e ingredientes de origen vegetal. Juntos, trabajarán en la creación de un sustituto del huevo innovador, diseñado específicamente para el canal B2B.

Los desafíos a los que se enfrenta el escenario de Grasas y aceites alternativos pasan por mejorar en la escalabilidad, conseguir buenas materias primas y lograr financiación para acometer una infraestructura que supone, en muchas ocasiones, una gran inversión, (principalmente cuando se utilizan tecnologías como la fermentación de precisión o el cell-based).

Para para escalar más fácilmente la producción, la asociación o el trabajo conjunto entre empresas puede ser una buena opción. Ejemplo de ello es el acuerdo al que han llegado Nourish, startup australiana que crea alternativas a las grasas a través de fermentación de precisión, con CABIO Biotech, empresa china de biofabricación.

Esta asociación hará que la empresa china fabrique la grasa alternativa de Nourish: Tastilux a escala comercial. La razón para esta unión es que Tastilux es producido por la misma de hongos (Mortierella alpina) que CABIO utiliza para producir el ácido araquidónico (ARA) para su fórmula infantil.

Según el acuerdo, CABIO se encargará de la distribución y las ventas de Tastilux en el mercado chino y Nourish continuará manejando las ventas en otros mercados, con CABIO proporcionando apoyo en la fabricación.

Siguiendo con el escalado, la startup de fermentación de precisión Melt&Marble anunció haber logrado un hito en la biofabricación con la producción a escala de más de diez mil litros de fermentación para elaborar alternativas a las grasas.

En cuanto a financiaciones, en este periodo destacaron los 4,5 millones de dólares de MicroLub para sustituir las grasas y aceites por sus microgeles de origen vegetal, desarrollados a través de la formación de geles de proteínas y agua que se descomponen en micropartículas mediante un homogeneizador. Estos microgeles liberan agua cuando se mastican para crear la sensación cremosa en boca asociada con las grasas.

Más dinero (6,1 millones de euros) logró recaudar la startup Äio que lo utilizará para construir una planta en Estonia en la que producirá de forma más escalable aceites y grasas sostenibles a partir de residuos de madera y agrícolas.