SOSTENIBILIDAD

PERIODO ENERO/ABRIL 2023_ Total de informaciones analizadas: 109

Interpretando el mapa…

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Upcycling, oportunidad y solución contra el desperdicio alimentario

La organización EU Food Loss and Waste Prevention Hub indica que solo en el territorio europeo el desperdicio alimentario supone a las empresas y hogares unos 143.000 millones de euros cada año y causa al menos un 6% de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la Unión Europea.

Si miramos hacia España, conforme al MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), en la industria se pierde un 39% de los alimentos, en el comercio un 5%, en la restauración un 14% y en los hogares un 42%. De tal manera que se estima que los consumidores españoles desperdiciamos unos 31 kilos por persona al año, tal y como se habló en la Cumbre Internacional Agroalimentaria, celebrada en Barcelona en marzo de 2023.

Para tratar de luchar con ese desperdicio alimentario, una solución que está ganando en importancia es el upcycling o valorización de subproductos. Por ello, el escenario de Upcycling-Food Waste está creciendo en relevancia y en estos meses hemos detectado que las empresas se mueven en este campo.

Una de las noticias más importantes de este periodo, dentro de este escenario, ha sido la puesta en marcha de Spain Food Valley, la agrupación de 17 empresas de 10 comunidades autónomas, coordinada por CNTA, que tendrá como uno de sus focos a la sostenibilidad, con proyectos para fabricar nuevos ingredientes y productos de alto valor a partir de subproductos alimentarios

Otra iniciativa conocida este tiempo, ha sido la de Agrosingularity, que espera en 2023 alcanzar una facturación entre 2 y 2,5 millones de euros, y plantea construir una nueva planta para elaborar ingredientes de upcycling en Alhama (Murcia) que supondrá una inversión de 8 millones de euros y multiplicaría su capacidad productiva por 10. Para ello, durante este año confía en lograr una financiación de entre 5 y 7 millones de euros.

Sin salir de nuestro país, Väcka ha lanzado análogos de quesos vegetales elaborados con semillas de melón y aceite de oliva. Esta startup fue una de las ganadoras de Food (Tech)2 Challengers 2022 y durante el programa, CNTA y Väcka trabajaron en la selección de microorganismos y en la definición y optimización del proceso de fermentación para hacer posible estos nuevos análogos.

De estas novedades, Väcka ya ha pedido patente ante la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (USPTO). Así, bajo el epígrafe ‘Análogos de queso vegano y método para producir los mismos’, en la solicitud se describe como con las semillas de melón, un producto secundario que se valoriza a través de la fermentación, se puede elaborar análogos de queso sin lácteos, con propiedades mejoradas a nivel funcional y sostenible, si se compara con el proceso de producción de las almendras o la soja.

También, Bread Free está investigando la incorporación de residuos de la industria cervecera para fabricar harina de cebada sin gluten.

Ya a nivel internacional, la empresa californiana Sonomaceuticals está valorizando el orujo Chardonnay sobrante para elaborar batidos y otras bebidas funcionales.

También resaltables son los casos de Nordic Umami Company, empresa finlandesa que utiliza una amplia gama de subproductos vegetales y de cereales, con los que a través de la fermentación elabora ingredientes umami, y el de la startup suiza Upgrain que distribuye ingredientes reciclados de granos de cerveza para incorporarlos a diferentes matrices alimentarias como alternativas cárnicas, confitería, panadería, snacks, nutrición deportiva, etc.

Según National Geographic, “cada minuto, se vende aproximadamente un millón de botellas de plástico en todo el mundo y cada una de ellas tarda 450 años en descomponerse (si no está a la intemperie, la cifra se aproxima a los 1.000 años)”, estos datos dan muestra del problema a nivel mundial que tenemos con el plástico.

Para tratar de luchar contra esta problemática, en Europa el pasado el 30 de noviembre de 2022, la Comisión Europea publicó su propuesta final de Reglamento actualizado sobre envases y residuos de envases (PPWD), que modifica el Reglamento de la Unión Europea (UE) 2019/2020 y la Directiva de 2019. El 27 de diciembre el Gobierno aprobaba un nuevo Real Decreto en esta materia, y unos días más tarde, el 1 de enero de 2023, entraba en vigor el impuesto sobre envases de plástico no reutilizables que supondrá un coste de 2.000 millones de euros, según las estimaciones de la industria alimentaria.

Ello está fomentando que las industria alimentaria esté buscando soluciones para elaborar envases más sostenibles. Algunas de las propuestas que hemos observado en estos meses han estado protagonizadas por Tetra Pak, que ha ampliado su oferta de soluciones de envasado que utilizan polímeros reciclados certificados para cubrir nuevos formatos, categorías de productos y geografías.

Curiosos son los casos de Maderight, una startup que trabaja con hongos, con los que a través de la fermentación de biomasa y de procesos biotecnológicos extrae diferentes compuestos para mezclarlos con plásticos (fósiles o bioplásticos) para crear envases sostenibles y duraderos; de Algari, que propone una botella de agua elaborada en base de agar, una sustancia extraída de algas marinas rojas, que se desintegra después de beberla, o de TripleW que produce bioplástico de ácido láctico y Pla a partir de residuos de alimentos.

En temas más de investigación, destaca el estudio para implementar soluciones monomateriales con el objetivo de impulsar la economía circular en la industria del packaging de Delafruit en el que se concluye que el uso y fabricación de pouch monomaterial implica un menor impacto medioambiental y facilita la economía circular.

Igualmente resaltable es la investigación de Tetra Pak para descubrir nuevos conocimientos sobre la nanoestructura de los materiales de fibra vegetal y su primera aproximación se enfoca en optimizar la composición de los materiales utilizados para las pajitas de papel.

Según la multinacional, los nuevos materiales basados en fibra vegetal brindarán nuevas oportunidades, pero deben garantizar la seguridad alimentaria, ser reciclables y más resistentes a los líquidos y la humedad, al tiempo que satisfacer las crecientes demandas de sostenibilidad.

El escenario Neutro en carbono (aquellas propuestas de la industria que buscan descarbonizar y contaminar menos) se está enfrentando a varios retos. Uno de ellos es la lucha contra el “greenwashing” o lavado verde, aquellas declaraciones y certificaciones medioambientales en productos y servicios que resultan engañosas, que son poco efectivas, que no tienen base científica.

Ante ello, la Comisión Europea ha presentado una propuesta con la que pretende facilitar a los consumidores información clara, segura y veraz, es decir, que cuando se compre un alimento o bebida con declaraciones medioambientales, se podrá tener la seguridad de que son declaraciones veraces.

Incluso desde la Organización Europea de Consumidores (BEUC) se pide la “prohibición” de las declaraciones “neutro en carbono”, incluso cuando se financian proyectos de compensación para lograrlo, para alimentos y bebidas en Europa.

La asociación argumenta que la afirmación “neutro en carbono” es “científicamente inexacta”, ya que la producción de alimentos y bebidas siempre requerirá de la emisión de carbono y la compensación en carbono en sí misma, no proporciona garantías de “bloquear” el carbono en el futuro.

Ante ello, algunas empresas están apostando por avanzar hacia el ‘Zero Neto’, el cual se logra cuando una empresa elimina más GEI de los que produce. En este sentido Huch Ventures, un fondo de inversión indio, junto con Earth First Food Ventures, han lanzado un proyecto de innovación tecnológica Zero Neto, centrado en fomentar proteínas y tecnologías innovadoras en la producción de alimentos que logren reducir las emisiones de carbono.

También en ese camino está La Unión, compañía que por segundo año consecutivo ha recibido el Sello de Huella de Carbono otorgado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miterd). Esta empresa continúa implementando su estrategia Net to Zero que parte del cálculo de sus huellas de carbono e hídrica para poder actuar sobre ellas y reducirlas de manera progresiva.

Otras iniciativas que hemos visto en este periodo para descarbonizar son las de Danone, que ha instalado en la fábrica de Aldaya (Valencia) su planta solar más grande de Europa; Mercadona, con su apuesta por la energía solar, al multiplicar por cuatro la inversión en esta materia, o Galletas Gullón, con sus camiones de doble tráiler para reducir su impacto ambiental

El escenario de Vertical Indoor-Farming/Hydroponics (Agricultura vertical) sigue en este 2023, el camino iniciado en los últimos meses de 2022, en el que observamos dos realidades. Por un lado, alcanzó unas ventas globales de 5,89 mil millones de dólares en 2022, lo que significó un crecimiento del 6,41%, respecto a 2021, y se espera que crezca a un Crecimiento Anual Compuesto (CAGR) del 20,1% durante 2023-2030, según Grand View Research. 

Además, en este primer cuatrimestre de 2023, hemos visto diferentes iniciativas en este escenario, como la de la americana Hardee Fresh, que pretende construir una Vertical Farming de 30.000 m2 en Georgia (Estados Unidos) para producir más de 15 millones de lechugas al año, o la de Babylon, que ha recaudado 8 millones de dólares para expandir sus Vertical Farming personales, una especie de electrodoméstico de pared, para el hogar que cuesta 15.000 dólares y que está diseñado para cultivar más de 50 variedades de cultivos diferentes.

Ya en nuestro país, hemos conocido que Ekonoke, que desarrolla el cultivo de lúpulo hidropónicamente en interiores, construirá en los próximos meses una planta piloto de 1.000 m2 en Chantada (Lugo), antes de escalar a nivel comercial con unas instalaciones de 10.000 m2 para comienzos de 2024 en la misma región, y también que Néboda, startup pontevedresa espera construir su primera planta de producción industrial en 2024.

Otra cara de este escenario es que la gran barrera a la que se enfrenta es el alto coste de la energía, que es su gran reto por superar en 2023. Confirmando esto, en este periodo (enero-abril de 2023) conocimos que la empresa de Vertical Farming: Infarm ha cerrado sus operaciones en Copenhague (Dinamarca), así como las del Reino Unido, Francia, Países Bajos, Japón y Frankfurt (Alemania), culpando a “la escalada de precios de la energía, unido a las reducciones de los consumidores en productos frescos, y a los difíciles mercados financieros.

El escenario Ecológico está consolidado y en él predominan los lanzamientos de producto. En nuestro país, el consumo ecológico alcanzó los 2.856 millones de euros en 2022, frente a los 2.752 millones registrados en 2021, según Ecovalia.

El gasto medio por habitante fue de 60 euros al año, cifra que también subió respecto a 2021 cuando fue de 58,15 euros, aunque continúa siendo inferior a otros países como Francia, con un gasto medio de 187 euros al año por persona, indican desde la consultora.

Eso sí, en estos meses este escenario también se está enfrentando a la subida de precios, como principal desafío. Este reto se ha convertido en este periodo en el “principal motivo de abandono” para quienes consumían alimentos ecológicos de manera habitual, según se indica en el estudio Connecting with eco-conscious consumers de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).

Entre los alimentos con mayor cuota de mercado de este escenario destacan los huevos, frutas, hortalizas frescas, zumos, cereales o aceites son las categorías de producto con más presencia, en el que hay marcas y fabricantes ya consolidados.

En este periodo, hemos conocido propuestas como la que pretende la empresa española Smileat, especializada en alimentación infantil ecológica, que lanzará 12 nuevos productos durante este 2023. Uno de los productos más representativos de la compañía es Triboo, marca de cereales y snacks 100% ecológicos y 0% azúcares añadidos dirigidos a niños a partir de dos años.

Otras iniciativas han sido el lanzamiento de la gama de productos veganos de Eroski, que cuentan con certificación ecológica, o la gama ecológica de hortalizas y cremas de Biosabor.

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