SOSTENIBILIDAD
PERIODO SEPTIEMBRE/NOVIEMBRE 2024_ Total de informaciones analizadas: 114
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Packaging sostenible, más soluciones para reducir los plásticos
El packaging es uno de los puntos clave dentro del macroescenario de Sostenibilidad. El 75% de las empresas de alimentos ya han reducido el uso de plásticos en sus envases, lo que muestra una mayor conciencia ambiental y un esfuerzo por cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Grandes compañías como Nestlé y McDonald’s son buenos ejemplos de este cambio. Nestlé ha disminuido el uso de plásticos de un solo uso y está probando materiales reciclables y compostables. McDonald’s ha reemplazado las tapas plásticas de sus Mini McFlurry por un diseño con solapas que elimina el plástico innecesario.
A pesar de estos avances, el sector todavía enfrenta retos importantes. Algunos de ellos son la falta de materiales sostenibles accesibles, los altos costes y la necesidad de educar a los consumidores sobre reciclaje y compostaje. Sin embargo, la tecnología está ayudando a superar estos desafíos. A continuación, veremos algunas de las principales tendencias que están transformando el packaging.
Nuevos materiales con bioactivos, biodegradables y compostables
Una de las tendencias más importantes es el desarrollo de materiales biodegradables y compostables. W-Cycle ha creado una tecnología que convierte residuos agrícolas en un bioplímero llamado SupraPulp. Este material se usa para hacer envases resistentes al agua y aceite, que soportan temperaturas extremas. Al descomponerse de manera natural, estos envases devuelven nutrientes al suelo y ayudan a reducir los residuos plásticos.
En esta misma línea, la investigación de Biomedpack está explorando cómo fabricar envases a partir de residuos agrícolas y analizando el impacto de estos materiales en el microbioma del consumidor. Estas iniciativas buscan no solo reducir los desechos, sino también mejorar la salud y el medio ambiente.
Otro ejemplo es el material basado en tapioca desarrollado por la empresa Thai Bioplastics Industry Association. Este bioplástico es biodegradable y compostable, ofreciendo una alternativa sostenible a los plásticos convencionales.
Por su parte, Notpla ha creado envases a base de algas marinas que son compostables en casa y de un solo uso. La tecnología de Notpla permite que estos envases se degraden en pocas semanas. La empresa ha recibido una financiación de 20 millones de libras para seguir innovando y expandirse en el mercado estadounidense.
Otra solución interesante es la de Walki y Lactips, que producen envases solubles en agua hechos de caseína, una proteína de la leche. Estos envases se disuelven sin dejar residuos tóxicos, facilitando el reciclaje y reduciendo la contaminación plástica.
El envase con material reciclado se extiende
Cada vez más empresas están usando materiales reciclados en sus envases. Por ejemplo, Puleva ha incorporado un 30% de PET reciclado en sus botellas, lo que reduce el uso de plástico virgen. Además, Puleva ha lanzado botellas con diseños que facilitan su reciclado, lo que ayuda a mejorar el proceso de reciclaje y reducir residuos.
Empresas como Tetra Pak y Lactalis también están trabajando en soluciones sostenibles. Tetra Pak está utilizando materiales renovables como polímeros hechos a partir de plantas y cartón certificado por el FSC (Forest Stewardship Council). Sus envases están diseñados para ser reciclados fácilmente junto con otros materiales de papel y cartón. Estas soluciones ayudan a reducir el uso de recursos fósiles y el impacto ambiental.
Tecnología en la lucha contra los microplásticos
La contaminación por microplásticos es un problema creciente. Para combatirlo, una start-up de la University of Edinburgh ha creado plásticos «inteligentes» que ayudan a reducir la contaminación en los océanos. Además, la empresa Naturbeads ha recaudado 7,8 millones de libras para desarrollar alternativas sostenibles a los microplásticos, con el objetivo de disminuir su presencia en el medio ambiente.
Estas tecnologías son una solución prometedora para reducir los microplásticos y asegurar que el packaging del futuro sea funcional y respetuoso con el medio ambiente.
La valorización de subproductos y la lucha contra el desperdicio alimentario, oportunidades para las empresas
En el marco de la sostenibilidad dentro del sector foodtech, la valorización de subproductos y la lucha contra el desperdicio alimentario representan oportunidades clave para la innovación y la competitividad de las empresas. Estas tendencias no solo contribuyen a una mayor eficiencia en la gestión de residuos, sino que abren nuevas vías de negocio al transformar «residuos» en materias valiosas. A continuación, se agrupan los principales ejemplos y tendencias identificados en este contexto, durante el periodo analizado.
Valorización de subproductos lácteos
El lactosuero es uno de los subproductos más abundantes y complejos de la industria láctea debido a su impacto ambiental. Empresas como Arla Foods están liderando la valorización de este subproducto al desarrollar productos proteicos a partir del lactosuero reciclado. Esta estrategia permite convertir un desecho perjudicial en un recurso valioso que puede ser empleado en alimentos funcionales y suplementos proteicos.
Y es que Arla Foods ha conseguido desarrollar tres nuevos productos lácteos que incorporan entre un 50% y un 73% de lactosuero en sus formulaciones. Estos productos incluyen un yogur bebible con un contenido proteico del 8%, un postre cremoso y una bebida refrescante, todos ellos disponibles en sabores tropicales como piña, coco y fresa.
Por otro lado, la financiación del gobierno alemán ha impulsado una innovadora aplicación del lactosuero en la producción de proteína fúngica mediante fermentación de micelio. Esta iniciativa no solo aprovecha el subproducto de la leche, sino que también contribuye a desarrollar fuentes alternativas de proteínas sostenibles. Estas dos aproximaciones reflejan el potencial del lactosuero como materia prima en la producción de alimentos del futuro.
Tecnologías de upcycling en residuos agroindustriales y marinos
El aprovechamiento de residuos tradicionalmente considerados no aprovechables, como la madera, las espinas de pescado o los residuos cerveceros, está impulsando nuevas soluciones foodtech. La empresa ÄIO, por ejemplo, utiliza levaduras para transformar subproductos de madera y procesos agrícolas en grasas y aceites alimentarios sostenibles. Este proceso es más rápido y menos perjudicial para el medio ambiente que los métodos convencionales.
Por otro lado, Hailia y Hätälä aplican tecnologías avanzadas de upcycling para valorizar subproductos del salmón. Mediante procesos de homogeneización y reestructuración, transforman cabezas, aletas y espinas en productos con texturas similares a los filetes de pescado. Además, emplean técnicas de conservación para garantizar la frescura y seguridad del producto final. Estas tecnologías no solo maximizan el aprovechamiento del pescado, sino que también contribuyen a reducir significativamente el desperdicio en la industria pesquera.
Iniciativas contra el desperdicio alimentario a través de plataformas digitales
Más allá de la valorización de subproductos, se han desarrollado soluciones tecnológicas para reducir el desperdicio alimentario en la fase final de la cadena de suministro. Too Good To Go ha lanzado las ‘Cajas Despensa’, una solución digital para que fabricantes puedan vender excedentes alimentarios a través de una plataforma digital. Esta iniciativa optimiza la logística y facilita que los consumidores accedan a productos en perfecto estado a precios reducidos.
Otra startup destacada es Foodsi, que facilita la venta de excedentes por parte de restaurantes y tiendas a través de una app. Gracias a su marketplace digital y a sus ofertas con descuentos de hasta el 70%, Foodsi logra evitar el desperdicio y proporcionar acceso a alimentos de calidad a un menor costo. Lidl también ha implementado una «bolsa antidesperdicio» para frutas y verduras que no cumplen con los estándares estéticos, optimizando su logística para minimizar el desperdicio y colaborar con bancos de alimentos.
Investigaciones en valorización apoyadas por instituciones públicas
La investigación y el impulso institucional han facilitado el desarrollo de proyectos innovadores que convierten subproductos en ingredientes funcionales y alimentos sostenibles. Por ejemplo, Anfaco y Pescados Rubén están investigando subproductos de merluza para crear ingredientes que combaten la inflamación crónica, una iniciativa financiada por el CDTI. Utilizan biotecnología avanzada y colaboran con redes de excelencia para optimizar el proceso de extracción de compuestos bioactivos.
Nutrialitec, por su parte, apuesta por convertir subproductos agroindustriales en ingredientes saludables mediante tecnologías extractivas sostenibles y técnicas ómicas. En Madrid, el IMIDRA desarrolla alimentos a partir de bagazo de cerveza y tallos de espárrago, promoviendo una gastronomía circular que aprovecha los recursos locales. Mientras tanto, investigadores de la Universidad de California exploran la fermentación con el hongo Neurospora intermedia para transformar residuos vegetales en platos gourmet.
Barreras y retos en la valorización de subproductos
A pesar del potencial y los beneficios de estas iniciativas, también existen barreras significativas. La falta de financiación y el desafío de atraer inversión se han convertido en obstáculos para algunas empresas. Un ejemplo es el cese de actividad de Agrosingularity, una startup española que buscaba producir ingredientes a partir de residuos agrícolas. La falta de inversión pone de manifiesto el «invierno de inversión» que afecta a ciertos sectores foodtech y limita el desarrollo de proyectos prometedores.
Neutro en carbono, innovaciones tecnológicas para contaminar menos
El avance hacia un escenario Neutro en Carbono dentro del sector foodtech se encuentra impulsado por diversas tendencias e innovaciones tecnológicas que abarcan desde la gestión eficiente de residuos hasta procesos productivos más sostenibles y regulaciones más estrictas.
Descarbonización del sector
Una de las soluciones más destacadas en la lucha por la neutralidad de carbono es la optimización de la gestión de residuos. Un ejemplo innovador es la tecnología desarrollada por Goterra, que utiliza robots autónomos de larvas de insectos para procesar comida desperdiciada. Estos robots automatizados gestionan módulos de biodegradación donde se cultivan larvas de la mosca soldado negra (Hermetia illucens). Las larvas consumen los desechos orgánicos y los transforman en proteínas y fertilizantes de alta calidad. La automatización se realiza mediante sensores IoT, sistemas de inteligencia artificial y una infraestructura robotizada que optimiza el proceso de alimentación, control del entorno y recolección de residuos. Esta solución no solo permite una degradación eficiente de los residuos, sino que también reduce las emisiones de metano que se generan en los vertederos tradicionales al procesar estos desechos de manera controlada y rápida.
Otro caso relevante es el desarrollo del primer aceite de palma orgánico y neutro en carbono. Para lograr esta neutralidad, se utilizan varias tecnologías a lo largo del proceso productivo. En primer lugar, se emplean prácticas de agricultura regenerativa, que incluyen técnicas de rotación de cultivos, reforestación y manejo del suelo para capturar más carbono del que se emite durante la producción. Además, se integran sistemas de monitoreo satelital y drones para evitar la deforestación y optimizar el uso del suelo. En la fase de procesamiento, se aplican tecnologías de biogás y bioenergía para aprovechar los residuos orgánicos y generar energía limpia. La implementación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS) también contribuye a neutralizar las emisiones restantes, asegurando un balance neutro en carbono en todo el ciclo de vida del producto.
Legislación y regulaciones como catalizadores del cambio
El marco regulatorio también juega un papel crucial en el camino hacia la neutralidad de carbono. La ampliación del plazo para la aplicación de la ley europea de deforestación es una medida que establece nuevos estándares y limita la importación de productos asociados a la deforestación, como el cacao, el café y la carne (leer más). Por otro lado, la implementación de una ecoetiqueta europea para 2025 promete proporcionar a los consumidores información clara sobre la huella ambiental de los alimentos, incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero, uso de agua y biodiversidad. Este tipo de medidas refuerza la necesidad de transparencia y responsabilidad ambiental por parte de las empresas.
El greenwashing también está en el punto de mira. La denuncia contra Tyson Foods por afirmaciones engañosas de «emisiones netas cero» destaca la creciente vigilancia para evitar falsas promesas climáticas.
Logística sostenible: eficiencia y reducción de emisiones
La logística sostenible es otro eje clave en el camino hacia la neutralidad de carbono. Empresas como Campofrío han logrado reducir en un 30% las emisiones de sus operaciones logísticas durante los últimos cinco años. Esta mejora se ha logrado mediante la reorganización de plataformas logísticas, la construcción de almacenes sostenibles con certificación Breeam y la instalación de placas solares en sus fábricas. En el ámbito del transporte, Campofrío está incorporando camiones eléctricos, híbridos y de GNL, además de optimizar cargas y rutas para reducir viajes y emisiones.
De manera similar, Grupo Bimbo está apostando por una movilidad sostenible con una flota de vehículos eléctricos y sistemas de gestión avanzados para optimizar rutas y consumo de combustible. Estas iniciativas no solo reducen emisiones, sino que también mejoran la eficiencia operativa.
Los envases reutilizables también están contribuyendo a la descarbonización del sector. Un análisis del ciclo de vida realizado por el Fraunhofer Institute confirmó que los envases reutilizables de transporte (ERT) de IFCO superan a los envases de un solo uso en sostenibilidad, generando un 62% menos de emisiones de CO2 y reduciendo significativamente el consumo de agua y energía.
El sector lácteo avanza hacia el neutro en carbono
El sector lácteo también está avanzando hacia la neutralidad de carbono con estrategias integrales. Lactalis España ha logrado reducir un 70,35% sus emisiones de CO2 desde 2019 mediante el uso de energías renovables, la instalación de placas fotovoltaicas y el uso de megatrucks para optimizar rutas y reducir emisiones. Además, apuestan por el packaging responsable y la economía circular, con altos porcentajes de materiales reciclados y estrategias para minimizar el desperdicio alimentario.
Por su parte, Aldi está invirtiendo en la agricultura lechera sostenible con proyectos que optimizan el uso de agua y energía y reducen emisiones de gases de efecto invernadero. También aplican tecnologías avanzadas de monitoreo y energías renovables en las granjas.
La colaboración entre Ajinomoto y Danone es un ejemplo de cómo la innovación puede reducir emisiones en el sector lácteo. Han desarrollado un suplemento alimenticio basado en aminoácidos que disminuye las emisiones de metano del ganado sin afectar su productividad. Esta tecnología, combinada con sistemas de monitoreo en tiempo real, permite una gestión eficiente de las emisiones y promueve una producción más sostenible.
Vertical-Indoor farming, apuesta por nuevas tecnologías para ser más eficientes y escalables
La agricultura vertical y el cultivo en interiores están emergiendo como soluciones sostenibles clave para enfrentar desafíos como la disponibilidad limitada de tierras cultivables, el cambio climático y la necesidad de producir alimentos cerca de los núcleos urbanos. Estos sistemas optimizan el uso de recursos y ofrecen una mayor eficiencia en la producción, siendo una alternativa viable dentro del macroescenario de Sostenibilidad.
Optimización del rendimiento a través de la tecnología genética
Una de las tendencias más prometedoras en la agricultura vertical es la mejora del rendimiento mediante técnicas de edición genética. La start-up Phytoform Labs ha desarrollado una variedad de tomate editado genéticamente que podría incrementar la producción de frutos en un 400% en entornos de cultivo vertical. Esta innovación no solo maximiza el uso del espacio, sino que también permite una mayor productividad en comparación con métodos agrícolas tradicionales, contribuyendo a una producción más eficiente y sostenible. La aplicación de este tipo de avances podría revolucionar la viabilidad económica de las granjas verticales al aumentar significativamente su capacidad de producción.
Reducción del consumo energético mediante inteligencia artificial
La eficiencia energética es uno de los retos más relevantes en el indoor farming debido al uso constante de iluminación y control ambiental. Sin embargo, el uso de inteligencia artificial (IA) está demostrando ser una solución eficaz. Integrar IA en sistemas de cultivo en interiores permite optimizar el consumo de energía, reduciéndolo hasta en un 25%, como muestra un estudio reciente. Esta tecnología ajusta automáticamente variables como temperatura, iluminación y ventilación para mantener condiciones óptimas con un gasto energético menor, facilitando así que estas granjas sean más sostenibles y económicamente viables a largo plazo.
Escalabilidad y expansión de modelos de negocio innovadores
La escalabilidad de los proyectos de agricultura vertical es esencial para que estos sistemas puedan satisfacer la demanda creciente de alimentos frescos y sostenibles.
Un ejemplo de éxito es Oishii que ha cerrado su serie B de financiación en 150 millones de dólares. Y es que tras recaudar 134 millones en febrero de 2024, la startup, conocida por cultivar fresas en sus instalaciones de agricultura vertical en New Jersey, siguió recaudando debido a la demanda de los inversores. Esta financiación la utilizará para realizar su primera expansión internacional con la apertura de unas nuevas instalaciones en Tokio.
Otra ejemplo es la empresa suiza Umami, que ha recaudado 4,3 millones de francos suizos para expandir su granja vertical en Zúrich. La inversión permitirá aumentar su capacidad de producción y optimizar procesos, consolidando su modelo de negocio y demostrando que el indoor farming es una solución escalable y adaptable a contextos urbanos.
Viabilidad y futuro de la agricultura vertical
La agricultura vertical no solo aborda la producción sostenible de alimentos, sino que también reduce el impacto ambiental al minimizar el transporte y el uso de recursos como el agua y el suelo. Según análisis recientes, este modelo de cultivo tiene un potencial significativo para el futuro de la seguridad alimentaria en áreas urbanas y en regiones con suelos degradados o condiciones climáticas adversas. La combinación de avances en edición genética, inteligencia artificial y modelos de negocio escalables está posicionando a la agricultura vertical como una pieza clave en la transición hacia sistemas alimentarios más resilientes y sostenibles.
En resumen, el escenario de Vertical/indoor farming dentro del macroescenario de Sostenibilidad se caracteriza por el aprovechamiento de innovaciones tecnológicas para mejorar la productividad, reducir el consumo energético y escalar modelos de negocio viables. Estas tendencias ofrecen un camino claro hacia una agricultura más eficiente, local y respetuosa con el medio ambiente.
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