NUEVAS TECNOLOGÍAS DE PROCESO
PERIODO ENERO/ABRIL 2025_ Total de informaciones analizadas: 173

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Fermentación de precisión: hacia una biotecnología escalable, diversa y financieramente viable
La fermentación de precisión se perfila como una de las tecnologías más dinámicas del ecosistema FoodTech, con una prospección de mercado que podría alcanzar los 250.000 millones de dólares en 2025, según estima McKinsey en su informe: ‘Scaling up bioreactor tech for the future of food’. Este escenario ocupa un lugar destacado dentro de nuestro Mapa de Escenarios de Oportunidad Foodtech, siendo el más relevante dentro del macro de Tecnologías de Proceso, por su capacidad de generar ingredientes funcionales, proteínas alternativas, compuestos bioactivos o soluciones nutricionales avanzadas.
El desarrollo del sector no se limita a la innovación tecnológica, ya que la fermentación de precisión está emergiendo como una tecnología clave en la producción de proteínas alternativas, atrayendo inversiones significativas tanto del sector público como privado. En 2024, las empresas europeas especializadas en esta tecnología recaudaron 120 millones de euros, según datos de GFI. Esto representa más del triple que en 2023. Este aumento también refleja un cambio hacia modelos de inversión más diversificados, alejándose de la dependencia exclusiva del capital riesgo y buscando nuevas vías de apoyo financiero para escalar la producción y comercialización de estos productos innovadores.
Gracias a este interés, la fermentación de precisión ha dejado atrás su fase inicial de validación técnica para entrar en una etapa orientada a la escalabilidad, la eficiencia y la integración en entornos productivos reales. Las innovaciones actuales no solo mejoran componentes individuales del proceso, sino que construyen un ecosistema interconectado de tecnologías —infraestructura, sistemas de control, formulación y diseño microbiano— que permite concebir esta plataforma como una herramienta transversal para la producción industrial de alimentos, ingredientes funcionales y biomateriales.
Infraestructura y escalado industrial
Uno de los principales vectores de innovación ha sido la renovación de la infraestructura productiva. Empresas como Arsenale Bioyards han apostado por soluciones modulares y automatizadas: su modelo de unidades compactas, capaces de reducir en un 90% los costes de biomanufactura, responde a la necesidad de escalar sin depender de grandes inversiones iniciales.
En una línea similar, Allbiotech ha desarrollado biorreactores de bajo coste orientados a democratizar esta tecnología en industrias pequeñas o medianas.
El despliegue internacional de capacidades tecnológicas refuerza esta tendencia. Onego Bio ha iniciado en EE. UU. la construcción de su planta insignia para producir proteína de huevo libre de animales. En Arabia Saudita, Liberation Labs, en colaboración con el fondo soberano NEOM Investment Fund, avanza en el desarrollo de una planta industrial basada en fermentación de precisión. La compañía también ha asegurado 50,5 millones de dólares para establecer instalaciones en EE. UU. y Oriente Medio.
En China, la creación de la primera base nacional de innovación tecnológica en proteínas alternativas, con instalaciones de fermentación de gran escala, representa un hito estratégico para su soberanía alimentaria. Por su parte, Earth First Food Ventures ha lanzado la primera planta en EE. UU. dedicada a la producción de lactoferrina por esta vía.
Eficiencia y nuevos bioprocesos
Las mejoras en eficiencia se han convertido en una prioridad. El uso de burbujas ultrafinas para aumentar la transferencia de masa en biorreactores tiene potencia para convertirse en una tecnología prometedora para optimizar la actividad celular en medios líquidos. Asimismo, proyectos como el de Pow.Bio en EE. UU. exploran la fermentación continua asistida por inteligencia artificial, que permite reducir tiempos de proceso y aumentar la estabilidad operativa.
A escala experimental, incluso en condiciones extremas como el espacio, se están investigando soluciones basadas en fermentación de precisión con microorganismos adaptados, en misiones espaciales orientadas a resolver los desafíos nutricionales de la exploración humana.
Seguridad microbiana y entorno regulatorio
El diseño y la funcionalización de cepas microbianas representa otro eje clave de innovación. 21st.BIO ha anunciado el desarrollo de una nueva cepa fúngica para producción de proteínas, que destaca, según comentan, por su seguridad, estabilidad y rendimiento. Esta cepa ha sido modificada para eliminar factores potencialmente patógenos y facilitar su evaluación por parte de las autoridades sanitarias. Su propuesta no solo responde a retos tecnológicos, sino que reabre el debate regulador en Europa: la empresa ha instado a una reforma normativa que permita la aprobación más ágil de microorganismos modificados, sin comprometer los estándares de seguridad alimentaria.
En un entorno donde el acceso al mercado depende del cumplimiento de normativas como el Reglamento (CE) 258/97 de nuevos alimentos, este tipo de iniciativas resulta clave para acelerar la llegada al consumidor de nuevas soluciones biotecnológicas.
Digitalización e inteligencia artificial aplicada al proceso
La incorporación de inteligencia artificial en el diseño y optimización de procesos fermentativos ha ganado peso como vía para acelerar el escalado industrial. La colaboración entre Multus y New Wave Biotech es un caso destacado: ambas empresas están desarrollando medios de cultivo de nueva generación mediante modelos computacionales, reduciendo drásticamente la dependencia del enfoque ensayo-error.
Tecnologías cell-based: de la biología computacional a nuevos sistemas de producción
El escenario de Tecnologías cell-based continúa ganando relevancia dentro del ecosistema de innovación alimentaria, especialmente en lo que respecta a tecnologías de procesado. Según el Mapa de Escenarios de Oportunidad Foodtech de CNTA, esta área ha experimentado uno de los mayores crecimientos en cuota de voz durante el primer trimestre de 2025, con un aumento del 25,7% respecto a la edición anterior.
El desarrollo de productos cell-based se encuentra en un momento de dinamismo, impulsado principalmente por desarrollos en sus tecnologías de proceso. Si bien el acceso al mercado aún está bastante limitado por cuestiones regulatorias, costes y validación tecnológica, los avances en automatización, medios de cultivo, scaffolding, control microbiológico y colaboración industrial están sentando las bases para futuros modelos de producción más eficientes y sostenibles.
Innovación en medios de cultivo: sostenibilidad y eficiencia
Uno de los principales focos de desarrollo técnico en cell-based reside en la formulación de medios de cultivo más económicos y escalables, que permitan mantener la viabilidad celular sin comprometer la reproducibilidad ni la calidad.
Un ejemplo es el trabajo de Green Bioactives, empresa biotecnológica escocesa que ha desarrollado una plataforma de cultivo celular de plantas para obtener compuestos bioactivos de interés, como posibles sustitutos o coadyuvantes funcionales en medios de crecimiento celular. Esta tecnología permite cultivar células vegetales en biorreactores en condiciones controladas (pH, temperatura, concentración de nutrientes) para producir ingredientes con propiedades antioxidantes o bioestimulantes.
A esta línea de innovación, se suma la reciente colaboración entre Multus y New Wave Biotech, que representa un ejemplo de convergencia entre biotecnología e inteligencia artificial. Esta alianza busca optimizar medios de cultivo complejos mediante herramientas de simulación y diseño computacional basadas en IA, combinando modelos algorítmicos con datos experimentales obtenidos a través de fermentación de precisión. Aunque aún en fase temprana de aplicación industrial, se anticipa que estos enfoques podrían reducir significativamente los tiempos de desarrollo y los costes de formulación de medios adaptados a distintas líneas celulares.
Otro desarrollo interesante proviene de The Cultivated B, que ha comunicado el desarrollo de un nuevo factor de crecimiento sintético, TCB-32, que podría representar una alternativa más económica y estable a los factores recombinantes actuales, uno de los principales cuellos de botella en la escalabilidad del cultivo celular.
Automatización e inteligencia artificial en biorreactores
La incorporación de tecnologías digitales y automatización en los sistemas de cultivo celular es otro vector de innovación clave. Culture Biosciences ha desarrollado una solución basada en biorreactores de sobremesa conectados a la nube, diseñados para ejecutar experimentos de crecimiento celular a escala piloto.
Además de sus soluciones actuales, esta empresa ha lanzado recientemente el biorreactor Stratyx™ 250, concebido para facilitar la transición desde escalas de laboratorio a producción piloto. Este sistema incorpora sensores avanzados y capacidades de control remoto, permitiendo controlar variables como oxigenación, pH, agitación y temperatura en tiempo real, lo que facilita el análisis automatizado de la cinética de crecimiento y el rendimiento metabólico celular. A través de algoritmos de aprendizaje automático, es posible optimizar curvas de alimentación, definir puntos de cosecha y adaptar estrategias de cultivo continuo o discontinuo. Esta capacidad analítica avanzada permite a las empresas acelerar la iteración de procesos sin necesidad de instalaciones propias de gran escala, lo que según sus desarrolladores “permitiría democratizando el acceso a tecnologías de fermentación celular”
Además, el enfoque de cloud biomanufacturing representa un paso importante hacia la estandarización de condiciones de cultivo y la reducción de variabilidad entre lotes.
Ingeniería de tejidos: nuevos materiales y estructuras funcionales
Los scaffolds (estructuras sobre la que desarrollan las células) que permitan el desarrollo tridimensional de tejidos celulares es otro componente esencial de las tecnologías cell-based. Investigadores israelíes han trabajado recientemente con biomateriales derivados de Aloe vera como base para desarrollar estructuras porosas que sirvan de soporte para células animales.
Este tipo de biomateriales ha demostrado propiedades adecuadas de biocompatibilidad y porosidad para el desarrollo de tejidos comestibles en cultivo, facilitando la formación de productos estructurados (como filetes o tejidos con gradientes) sin recurrir a andamiajes sintéticos. Desde el punto de vista técnico, el Aloe vera ofrece ventajas como su estructura reticulada, capacidad de retención de humedad y potencial de modificación química, lo que permite ajustar su rigidez o degradabilidad.
Estos enfoques buscan acercarse a la complejidad de la matriz extracelular natural sin recurrir a biomateriales de origen animal, lo que representa un paso hacia productos más éticos y con mejor trazabilidad.
Control microbiológico integrado
En paralelo al diseño de medios y entornos de cultivo, se están desarrollando estrategias de control microbiológico que puedan integrarse en el proceso productivo sin afectar negativamente la viabilidad celular ni comprometer la seguridad alimentaria.
Una línea destacada es el desarrollo de péptidos antimicrobianos RPM, inicialmente diseñados para sistemas de producción de leche celular, pero potencialmente aplicables a otros cultivos celulares. Estos péptidos actúan de forma selectiva sobre patógenos, contribuyendo a mantener condiciones asépticas sin perjudicar el crecimiento celular.
Colaboraciones estratégicas para escalar soluciones
Frente a las barreras tecnológicas que aún enfrenta el sector, las colaboraciones entre empresas emergentes y actores industriales consolidados están actuando como catalizadores del desarrollo.
Una muestra de ello es la alianza entre Hoxton Farms y Sumitomo Corporation, que tiene como objetivo avanzar en tecnologías para la producción de grasa cultivada. Esta colaboración se enfoca en la integración de soluciones de bioprocesado y formulación para conseguir productos grasos con propiedades funcionales comparables a las de las grasas animales convencionales, utilizando líneas celulares adiposas en cultivo en suspensión y medios lipogénicos optimizados.
Por otro lado, Aleph Farms continúa apostando por la mejora de sus sistemas de producción mediante biorreactores de gran capacidad, controlados por sistemas de automatización que permiten manejar gradientes de oxígeno y nutrientes de forma precisa. El rediseño de estos sistemas permite la separación modular de fases (proliferación y diferenciación), lo que contribuye a aumentar la reproducibilidad del proceso.
Fermentación de biomasa: tecnología con potencial
La fermentación de biomasa se consolida como una de las tecnologías con más potencial del entorno FoodTech, impulsando la creación de proteínas funcionales a partir de subproductos agroindustriales.
En un contexto de transformación industrial y de cambio climático, las tendencias apuntan a la valorización de subproductos, la colaboración estratégica y el desarrollo de tecnologías que aseguren competitividad, escalabilidad y sostenibilidad.
Valorización de subproductos como eje estratégico
Una tendencia es el uso de subproductos agroindustriales como materia prima para los procesos de fermentación. Por ejemplo, la startup estadounidense The Better Meat Co. ha recibido recientemente su sexta patente en EE.UU. por un proceso para cultivar micoproteína a partir de residuos del procesado de patata. Mediante el uso de especies como Neurospora crassa y Aspergillus oryzae, se genera una biomasa rica en proteínas (hasta un 50% en peso seco), sin colesterol y con un perfil de aminoácidos completo. Este modelo permite transformar almidones de bajo valor en proteínas funcionales en pocas horas, según sus desarrolladores, reduciendo significativamente la huella climática.
De forma paralela, la startup finlandesa EniferBio desarrolla la micoproteína PEKILO®, elaborada a partir de subproductos de la industria agroforestal, destacando su uso en nutrición animal. Un estudio reciente indica que su ingrediente PEKILO®Pet es hasta siete veces más eficiente en carbono que el concentrado proteico de soja, lo que refuerza su potencial en formulaciones sostenibles para mascotas.
Por su parte, la empresa navarra MOA Foodtech ha sido una de las protagonistas del primer trimestre de 2025, al asegurar 14,8 millones de euros en financiación europea para escalar su tecnología de fermentación de biomasa basada en subproductos agroalimentarios.
También destacan iniciativas como Marine Biologics, que ha presentado SuperCrudes, una biomasa marina programable mediante inteligencia computacional, diseñada para distintas aplicaciones en alimentación.
Colaboraciones estratégicas y ecosistemas integrados
La colaboración industrial se revela como otra de las claves para escalar soluciones biotecnológicas en fermentación de biomasa. Un ejemplo destacado es la alianza entre Fenja BioSolutions (experta en biología sintética) y NoMy, especializada en fermentación sólida con micelio. Esta cooperación tiene como objetivo desarrollar nuevas cepas fúngicas optimizadas para alimentos funcionales, una sinergia que acelera el desarrollo de ingredientes personalizados.
Asimismo, Brevel ha cerrado un acuerdo con CBC Group para producir a escala bebidas enriquecidas con microalgas, señalando un avance en la integración de microorganismos fermentativos con matrices líquidas funcionales.
Otro actor destacado es Griffin, una emergente del ámbito de la computational biology, que explora la optimización algorítmica de cepas y medios de cultivo mediante inteligencia artificial, aportando eficiencia y trazabilidad a los procesos fermentativos.
Escalabilidad y adaptación a los desafíos regulatorios
Muchas startups están demostrando no solo viabilidad técnica, sino también escalabilidad industrial. Empresas como Allbiotech, con sede en Navarra, apuestan por democratizar la fermentación mediante la comercialización de biorreactores de bajo coste, hasta un 65% más baratos que los modelos industriales actuales. Esta estrategia podría abrir el acceso a bioprocesos avanzados a nuevas capas de la industria agroalimentaria.
Por su parte, la startup escocesa uFraction8 ha obtenido 3,4 millones de libras esterlinas para desarrollar tecnologías de microfiltración que mejoran la recuperación celular y la eficiencia productiva en fermentación, una innovación clave para escalar sin incrementar los costes.
Desde el campo de la ingeniería, Biosphere ha salido del modo stealth con una ronda de 8,8 millones de dólares para lanzar biorreactores esterilizados con luz UV. Esta tecnología prescinde del acero inoxidable y promete una drástica reducción de los costes de biofabricación.
La fermentación gana escala e impulsa nuevas aplicaciones funcionales
Este escenario abarca todas las innovaciones basadas en fermentación alimentaria que no se inscriben en los ámbitos de fermentación de precisión ni de biomasa, los cuales cuentan con análisis diferenciados dentro del Mapa de Escenarios de Oportunidad Foodtech. Durante el primer cuatrimestre de 2025, se ha observado un avance en infraestructuras para el escalado de procesos, junto con una diversificación de productos impulsados por fermentación, especialmente en el segmento de bebidas funcionales y nuevos ingredientes. Y es que como se comentó en el 2nd Forum on Fermented Foods la industria está abordando la relación entre el consumo de alimentos fermentados con el bienestar general, entre otros temas.
Financiación y escalado: impulso a la infraestructura y digitalización
Este cuatrimestre ha estado marcado por inversión en capacidades industriales accesibles, orientadas a facilitar el escalado de procesos fermentativos.
En California, Pow.Bio ha inaugurado unas instalaciones de fermentación continua integradas con inteligencia artificial, diseñadas para ofrecer a startups la posibilidad de escalar sin requerir grandes inversiones iniciales.
En Europa, la startup Differential Bio, con sede en Múnich, ha cerrado una ronda de financiación de 2 millones de euros destinada a desarrollar plataformas de optimización de bioprocesos mediante inteligencia artificial.
Estas iniciativas apuntan a reducir las barreras de entrada a esta tecnología y a facilitar la transición de desarrollos de laboratorio a entornos industriales. Además, un informe reciente de McKinsey ha reforzado esta visión estratégica, destacando que la capacidad de escalar procesos y reducir costes será clave para convertir la fermentación en una palanca real de la “biorevolución” alimentaria.
Nuevas aplicaciones: expansión funcional y exploración de ingredientes fermentados
Lipton ha introducido en el mercado del Reino Unido una nueva gama de kombuchas, reforzando la tendencia hacia bebidas fermentadas con perfil saludable y funcional. En España, la alianza entre Viver Kombucha y AMC Global permitirá multiplicar por diez la capacidad de producción en Granada, orientándose a bebidas fermentadas funcionales.
Mahou San Miguel está desarrollando una bebida vegetal fermentada que combina fermentación láctica y probióticos, dirigida a aportar beneficios articulares, aunque se encuentra en fase inicial. Viver también ha lanzado un kéfir fermentado con frutas, que destaca por su etiquetado limpio y su contribución a la salud digestiva.
Por otro lado, la empresa 3A Biotech ha presentado un ingrediente fermentado con propiedades prebióticas y capacidad para mejorar la vida útil de productos, reflejando el interés creciente en ingredientes fermentados con funcionalidades aplicadas a la conservación y salud.
Molecular Farming: avances en escalado, nuevas plataformas vegetales y alianzas corporativas
Durante el primer cuatrimestre de 2025, el escenario de Molecular Farming ha continuado su evolución con diversos movimientos empresariales, nuevas rondas de financiación, avances en pruebas de campo y desarrollo de nuevas plataformas vegetales.
Financiación, consolidación y alianzas estratégicas
Entre las operaciones corporativas, se ha anunciado la fusión entre Moolec Science y Bioceres Group, mediante un canje de acciones. Moolec aportará su tecnología de producción de proteínas recombinantes en plantas como soja y guisante, mientras que Bioceres incorporará capacidades relacionadas con escalado agrícola y regulación, especialmente en entornos latinoamericanos.
En Japón, la startup Kinish ha captado 800 millones de yenes para escalar su sistema de producción de caseína recombinante utilizando arroz, con el objetivo de integrar esta tecnología en infraestructuras agrícolas ya existentes.
Asimismo, Shiru ha formalizado una colaboración con GreenLab para trabajar en una plataforma basada en maíz, orientada a producir proteínas funcionales en sistemas agrícolas convencionales.
Escalado tecnológico y pruebas en condiciones reales
En el ámbito del escalado, PoLoPo ha completado una prueba de campo con patatas modificadas para producir ovoalbúmina y patatina. El polvo proteico resultante no contiene material genético detectable, lo que podría influir en su categorización regulatoria en ciertos mercados. Las pruebas se han realizado en condiciones agrícolas convencionales.
Este tipo de ensayos plantea nuevas consideraciones sobre el encaje de estos productos en los marcos regulatorios vigentes, especialmente en lo relativo al etiquetado y al uso de organismos modificados.
Desarrollo de nuevas matrices vegetales y herramientas digitales
Durante este análisis, también se han comunicado iniciativas para emplear nuevas matrices vegetales en la producción de proteínas. Plantopia ha anunciado una línea piloto para producir caseína recombinante en avena germinada, prevista para la segunda mitad del año.
Por su parte, la empresa israelí Finally Foods ha seguido desarrollando su plataforma basada en patatas para la producción de proteínas lácteas, integrando inteligencia artificial para la optimización del cultivo y la expresión proteica.
Cuestiones abiertas
Aunque el sector sigue avanzando, persisten varios elementos por resolver:
- La clasificación regulatoria de los productos derivados de cultivos modificados sin trazas detectables de ADN sigue siendo incierta en muchas regiones.
- El escalado en campo abierto requiere replicar los resultados de laboratorio sin pérdida de funcionalidad o rendimiento.
- La percepción pública puede representar una barrera en algunos mercados, independientemente del perfil final del producto.
Impresión 3D: tecnología que recupera protagonismo
Vuelve a nuestro Mapa de Escenarios de Oportunidad Foodtech el escenario de Impresión 3D, que en este inicio de 2025 está volviendo a sonar como una tecnología que está siendo utilizado para elaborar diferentes alimentos como The Prime Cut de Revo Foods que ellos mismos lo definen como “el primer producto de la generación 3.0 de origen vegetal”. Este producto está elaborado en base a micoproteína y también contiene aceite de microalgas, además de vitaminas como ácido fólico, B6 y B12. Estos nutrientes se conservan a través del proceso de extrusión 3D patentado de Revo, que no requiere un tratamiento de alta temperatura.
Otras startups, entre otras, que apuestan por esta tecnología es la barcelonesa NovaMeat, que desarrolla alternativas a la carne de origen vegetal a través de la impresión 3D y Steakholder Foods, que ha obtenido una ayuda de 250.000 dólares, que lo utilizará para continuar mejorando sus capacidades de impresión 3D y formulaciones de alternativas al pescado en base a plantas o de peces cell-based impresos en 3D.
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