TODOS LOS ESCENARIOS

PERIODO ENERO/ABRIL 2023_ Total de informaciones analizadas: 714

Interpretando el mapa…

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Los 9 macroescenarios que conforman la visión general de este mapa-gráfico se dividen a su vez en una serie de escenarios, que constituyen un primer vistazo a este Mapa. Estos grandes temas se subdividen en una serie de escenarios que, en total, suman 35.

En estas líneas, vamos a analizar la situación de otros macroescenarios que no están destacados en las otras gráficas y que son: Digitalización Avanzada y Calidad y Seguridad Alimentaria 4.0.

En cuanto al primero, resaltan las iniciativas protagonizadas por el escenario de Inteligencia Artificial (IA) por parte de la industria alimentaria. La IA está ofreciendo soluciones para todo tipo de industrias y variadas aplicaciones son aprovechadas por toda la cadena alimentaria. Eso sí, este tipo de aplicaciones tienen aún mucho potencial en la industria alimentaria, ya que conforme el estudio ‘Uso de inteligencia artificial y big data en las empresas españolas’, elaborada por red.es, “solo el 7% de las empresas de alimentación utilizan inteligencia artificial”.

Una de ellas es Unilever, multinacional donde utilizan la IA para las reformulaciones de productos. Para ello, se inspiran en empresas farmacéuticas, empleando modelos de inteligencia artificial para la gestión de datos, para mejorar los productos a nivel funcional y sensorial, reduciendo así el coste e impacto medioambiental.

Por su parte, Tastewise incorpora la IA generativa (una rama de la inteligencia artificial que se enfoca en la generación de contenido original a partir de datos existentes) para ayudar a sus clientes (Nestlé, PepsiCo o Mars, entre otros), a validar nuevas ideas de productos, generar informes de investigación de mercado o descubrir nuevos ingredientes.

En diciembre de 2022 se lanzó ChatGPT, y según el cofundador de DigitalFoodLab, Matthieu Vicent, esta puede tener muchas aplicaciones en toda la cadena alimentaria.

Algunos usos que menciona son: monitoreo de cultivos; predicción de ventas; manejo de insumos, automatización agrícola; identificación de propiedades interesantes en la naturaleza como por ejemplo para lograr etiquetas clean label; gestión de biorreactores; controles de calidad y seguridad alimentaria, o personalización para analizar la salud y las preferencias dietéticas de los consumidores para crear planes nutricionales personalizados, entre otros.

También ChatGPT sirve para elaborar una hamburguesa. Es el caso de Restalia, a través de su marca TGB, tiene como objetivo incorporar a su carta la primera receta de hamburguesa creada por inteligencia artificial. La hamburguesa ganadora se puede degustar a partir del 28 de mayo, Día de la Hamburguesa, en los locales seleccionados de la cadena.

También de interés, dentro de este macroescenario, es la utilización de la formulación inteligente por parte de las startups para encontrar nuevos o los ingredientes más adecuados para sus productos.

Una iniciativa que ha resaltado en estos meses es la de Bel Group, que ha invertido y se ha asociado con la biotecnológica Climax Foods para desarrollar una nueva generación de productos de análogos de queso de origen vegetal. Su objetivo es crear versiones basadas en plantas de los alimentos de las marcas Laughing Cow, Kiri, Boursin, Babybel y Nurishh. Para lograr esto, las dos compañías aprovecharán la ciencia de datos y la inteligencia artificial (IA) junto con sus capacidades y experiencia complementarias. Bel ha adquirido una participación accionarial en Climax Foods para apoyar el desarrollo de su solución innovadora.

Asimismo, The Live Green Company, con sede en Estados Unidos, está construyendo una división de fermentación de precisión para reemplazar los ingredientes animales, sintéticos y ultraprocesados por alternativas a base de plantas. Con su software patentado de inteligencia artificial (IA), la compañía aumentará la funcionalidad y la sostenibilidad de los productos desarrollados.

Otra compañía como Melonfrost ha recaudado 7 millones de dólares para avanzar, gracias a su combinación de software y hardware patentado, en el diseño y producción de nuevos microbios a escala para utilizarlos en alimentos, energía o materiales sintéticos.

Respecto al escenario de Otras tecnologías digitales (no IA), algunas iniciativas destacables han sido los avances de empresas para desarrollar la fábrica 4.0, en la que la robotización, la automatización-digitalización de los procesos o el uso de la visión artificial son protagonistas.

Así, Grabit está aplicando su software de visión artificial, para desarrollar varias aplicaciones para distribución alimentaria, como una balanza y una nevera automáticas, y Deoleo se está apoyando en la tecnología de Siemens para reducir costes, optimizar el control de procesos y lograr una mayor transparencia en toda la cadena de valor.

Por su parte, Florette ha adoptado la herramienta digital MyMediaConnet, la cual permite acelerar y optimizar sus procesos de desarrollo de packaging, desde la concepción hasta la producción, y Patatas Hijolusa ha invertido en tecnología robótica para optimizar su producción.

Igualmente, ha habido movimiento en dos escenarios ligados con la Calidad y Seguridad Alimentaria 4.0. Uno es el de Métodos Rápidos de Análisis, en el que hemos seguido conociendo iniciativas en NIR, hiperespectral y en la utilización de sensores para saber la frescura o detectar patógenos en los alimentos.

Relacionado con esta temática, la startup holandesa OneThird ha obtenido 2,75 millones de euros para impulsar su tecnología de escaneo de infrarrojo cercano impulsado por IA, la cual permite a productores, distribuidores de alimentos, minoristas y consumidores predecir con precisión la vida útil de los productos frescos y minimizar el desperdicio de alimentos.

Actualmente, esa tecnología es capaz de predecir la vida útil de tomates, fresas, arándanos y aguacates y pretenden extenderla a diez tipos de productos más para finales de 2023.

Otra financiación importante ha sido la de Evigence, que ha recaudado 18 millones de dólares, para desarrollar sus sensores, que, combinados con el análisis de datos, permiten monitorizar la frescura de los alimentos perecederos en tiempo real.

Parecida tecnología usa la startup alicantina Oscilum, que utiliza la metabolómica, el estudio de las huellas que producen los procesos celulares, para producir sensores que, como si de un semáforo se tratase, informan del estado de un producto en tiempo real. Además, desde la empresa son capaces de ofrecerlos a un coste bajo, de unos céntimos, y funcionan con el envase del producto una vez abierto.

Y en fase más de investigación se encuentra la propuesta de los investigadores del Laboratorio de Química Experimental del Istituto Zooprofilattico Sperimentale delle Venezie (Italia) para reconocer la autenticidad de la pimienta negra mediante la espectroscoscopia de infrarrojo cercano (NIR).

Por su parte, en el escenario de Trazabilidad, se sigue apostando por la tecnología blockchain, como en el caso de algunas bodegas como Emilio Moro, con  Block&Wine, una aplicación móvil a través de la cual se guarda la información desde que los viticultores recogen las uvas hasta que llegan a la bodega.

Relacionado con este tema, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha han iniciado un proyecto, junto a la Universidad de Castilla-La Mancha para identificar el vino, con la uva, la cepa y el viñedo del que parte. A través de un único código, se podrá reconocer la trazabilidad del producto desde el origen hasta el destino.

Asimismo, si miramos al oeste peninsular el Consello Regulador DOP del Mexillon de Galicia, junto con la empresas de certificación Kiwa y la entidad de desarrollo digital NTT Data llevarán a cabo un proyecto piloto para incorporar la tecnología blockchain a la trazabilidad del producto. Lo harán en el marco de un proyecto europeo más amplio denominado Theros, que busca implementar herramientas capaces de modernizar el proceso de verificación de productos alimentarios ecológicos y con indicaciones geográficas.

Profundiza en los macroescenarios con mayor cuota de voz