SOSTENIBILIDAD

PERIODO SEPTIEMBRE/NOVIEMBRE 2022_ Total de informaciones analizadas: 82

El reciente informe ‘Time to Waste’, elaborado por Feedback EU, estima que en la Unión Europea se desperdician 153,5 millones de toneladas de alimentos cada año. Este desperdicio cuesta a las empresas y hogares europeos unos 143.000 millones al año y causa, al menos, el 6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la U.E. El estudio estima que actualmente “se desperdicia el 20% de la producción alimentaria de la Unión Europea”.

Desde las instituciones públicas se está tratando de fomentar que cada vez se desperdicien menos alimentos. Un paso adelante en este objetivo es la entrada en vigor en España, en el primer cuatrimestre de 2023, de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.

Esta normativa establece la jerarquía en el uso y aprovechamiento de los residuos alimentarios apostando por la reutilización para el consumo humano. Esto puede verse como “una oportunidad”, aunque para ello es preciso “repensar modelos de negocio, analizar nuevos mercados, desarrollar nueva tecnología, investigar”, tal y como se comentó en el webinar ‘Retos y oportunidades de la economía circular para el sector alimentario, organizado por ICEX.

Una de esas oportunidades la presenta el Upcycling que en estos meses ha ganado importancia tanto a nivel internacional como nacional.

Según FactMR, el mercado global de productos alimentarios elaborados a partir de ingredientes obtenidos a partir de subproductos o residuos se valorará en 275,3 millones de dólares en 2022, registrando un crecimiento interanual del 5,9%. Más a largo plazo, las perspectivas siguen siendo optimistas, ya que el mismo estudio vaticina que en los próximos diez años el consumo mundial de esta clase de ingredientes aumentará a un ritmo similar, un CAGR del 6,4%.

Eso sí, no todo son buenas noticias a futuro para este sector, ya que desde Barclays advierten del riesgo de que “aumente la competencia por los subproductos a medida que la tecnología se desarrolle, pero si no se mejoran las cadenas de aprovisionamiento, esto puede traducirse en precios más altos de los insumos y en una presión adicional sobre los márgenes de las empresas”.

En estos meses, hemos detectado que las empresas se mueven en este campo. Una de las noticias más importantes de este periodo, dentro de este escenario, ha sido la compra del 5% por parte del Santander de la biotecnológica almeriense Kimitec, que entre sus planes dentro del terreno de la agroindustria está el revalorizar diferentes subproductos.

Otra iniciativa conocida este tiempo ha sido la de Pascual, que ha lanzado la marca MKare en Navarra, especializada en la producción de membrana de cáscara de huevo, que se utiliza como ingrediente en sectores como la industria farmacéutica o nutricosmética, así como para la fabricación de productos como complementos alimenticios o alimentación para mascotas. Sin salir de nuestro país, la compañía catalana Rosco Fruits comercializa infusiones elaboradas con piel de manzana.

Ya a nivel internacional, la empresa israelí de FoodTech Anina utiliza verduras recicladas para crear “vainas” o cáscaras de comida preparada a base de plantas. 

Otro ejemplo es el de Pulp Pantry que realiza upcycling de pulpa de vegetales para elaborar snacks ricos en fibra. Esta iniciativa comenzó por la inquietud de una joven sobre el tema de los desperdicios. Así que creó esta startup y ahora tiene acuerdos con diferentes empresas alimentarias para poder elaborar su producto e incrementar la variedad de los mismos.

También resaltable es el caso de Reveal, una empresa de bebidas que ha creado un sistema alimentario más sostenible, buscando soluciones creativas para usar “partes de alimentos” que normalmente tiraríamos. En este caso realizan upcycling de semillas de aguacate para elaborar diferentes tipo de bebidas.

En materia de envases, la industria alimentaria está apostando, tal y como se comprobó en Vitafoods, en seguir las siguientes tendencias: aumentar el uso de materiales reciclados, reducir y eliminar el embalaje, sustituir el plástico por bioplásticos o materiales alternativos, diseñar envases pensados para reciclar o reutilizar, y utilizar, en la medida de lo posible, packs de un solo material.

Este escenario ha incrementado su cuota de voz en un 15,44% dentro del macroescenario de Sostenibilidad. Además, el tema de los envases es importante para los consumidores, ya que según Martin Oxley, Managing Director de Buzzback, en redes sociales cuando se habla de sostenibilidad, la conversación versa principalmente sobre las siguientes temáticas: “plástico, el desperdicio de los envases y la contaminación en el océano”.

Para Oxley los consumidores exploran cómo “contribuir a la sostenibilidad”. Por ello, aboga por “educar al consumidor, ya que muchos desconocen lo que se puede reciclar y cómo hacerlo; mejorar las infraestructuras para el reciclaje, y contar con una mayor disponibilidad de productos con envases sostenibles”.

Cada vez más, la industria del plástico trabaja para acelerar su camino hacia la circularidad. Según Plastics Europe el uso de plásticos reciclados en nuevos productos aumentó un 20% en 2021, según su informe anual ‘Plastics–The Facts 2022’. En consecuencia, la tasa de contenido reciclado en productos plásticos alcanzó casi el 10%.

Ya si nos centramos en propuestas más concretas, Nespresso prevé lanzar a partir de 2023 en Francia y Suiza (y a partir de 2024 en otros mercados) sus primeras cápsulas 100% compostables, al estar fabricadas en papel y revestidas en su interior por una ligera capa de biopolímeros, que impiden la oxidación del café y mantener su frescura durante el transporte, almacenamiento y extracción a altas presiones.

Igualmente, interesante es la innovación de Estrella Galicia de su nuevo formato sin ningún embalaje en sus packs de latas para seguir el camino de la reducción de envases: el No Pack prescinde del cartón que las recubre.

En temas de investigación, destaca el estudio que están llevando a cabo científicos de la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica), el cual sugiere que la cáscara de maracuyá ofrece un “potencial significativo” para preservar la fruta y los cortes frescos en un recubrimiento comestible, gracias a los altos niveles de antioxidantes y polifenoles.

Según Research and Markets, la inversión global en Vertical farming alcanzó un valor de 3,66 mil millones de dólares en 2021 y se espera que alcance los 13,9 mil millones de dólares en 2027, exhibiendo un CAGR del 25,03% durante 2021-2027. 

Desde la organización esgrimen que “el requisito para la producción de cultivos estabilizados para satisfacer la creciente demanda de alimentos está proporcionando un impulso al crecimiento del mercado. Además, varios avances tecnológicos como la tecnología LED, la integración de sensores y dispositivos de monitoreo habilitados para Internet de las Cosas (IoT) también están contribuyendo al incremento en este mercado”.

En este periodo analizado, este escenario es, dentro de este macroescenario, el que más ha crecido en cuota de voz, respecto al total del Mapa de Escenarios de Oportunidad, con un +85,18%, alcanzando una cuota del 2,37%.

En 2022, a datos del 1 de junio, la inversión en este tipo de iniciativas ha atraído a más de 800 millones de dólares, conforme a Pitchbook. En septiembre conocimos que Plenty unlimited plantea la Vertical Farming más grande del mundo en Virginia (Estados Unidos) para llevar productos frescos a la costa este de USA durante todo el año.

En Reino Unido, la demanda de los productos de la Vertical Farming de Evesham se ha disparado, después de que las condiciones climáticas afectaran las cosechas. Por su parte, en Países Bajos, la compañía Infarm está produciendo trigo cultivado en interiores resistente al clima. 

Ya en España destaca la ronda de inversión de 4,2 millones de euros, liderada por Corporación Hijos de Rivera, que ha logrado la startup Ekonoke para ayudar a desarrollar el cultivo de lúpulo hidropónicamente en interiores. Igualmente, la startup barcelonesa Groots prevé expandirse el año que viene a Madrid, además de seguir en la ciudad condal, con una propuesta que engloba “el cultivo hidropónico, el cultivo en vertical que permite aprovechar el espacio, y una agricultura en entorno controlado”, esgrimen.

También, el Vertical-Indoor Farming está adquiriendo tintes sociales. En referencia al cultivo en interiores, en Holanda y Francia cada vez se está extendiendo más la idea de construir campos de frutales sobre cubiertas y plantaciones de cereales en las sucesivas plantas de nuevos inmuebles o de inmuebles recuperados. La pega a esa concepción de “urbanismo agrícola” es que resulta cara.

Una de las barreras que se encuentra el Vertical-Indoor Farming es el alto coste de la energía. Además, como apuntan Henry Gordon-Smith, fundador y CEO de Agritecture, y Niko Simos, investigador de Agritecture, existen otras dificultades como son: “la exageración, el marketing deshonesto y lavado verde, prácticas que a largo plazo resultan perjudiciales”, afirman.

Recientemente, el especialista alemán en agricultura vertical Infarm ha anunciado el despido de más del 50% de su plantilla y de la reducción de sus operaciones en el Reino Unido, Francia y Países Bajos, esgrimiendo que «los precios de la energía se han duplicado en toda Europa, lo que ejerce mucha presión adicional sobre nuestro negocio y afecta a nuestro costo de producción en los mercados afectados”. Esto se suma a la inflación, que ha hecho descender la demanda, las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de los costos de los materiales, señalan.

Igualmente, otra barrera en este escenario puede ser el tema legislativo. Una noticia que ha destacado en este periodo ha sido que en septiembre la corte de apelaciones de Estados Unidos dictaminó que los cultivos hidropónicos califican para la certificación orgánica, una decisión que parece que pone el punto final, en USA, sobre la controversia acerca de si los cultivos orgánicos tienen que estar necesariamente cultivados en el suelo o no.

Los españoles son cada vez más conscientes de que hay que cuidar el medioambiente. Nielsen IQ en su estudio ‘El Clima Cambiante de la Sostenibilidad’ informa que un 73% de los consumidores españoles considera que la sostenibilidad es un concepto “más importante” que hace dos años. Sin embargo, un 49% señala que el coste de estas opciones les impide adoptar un estilo de vida sostenible.

Asimismo, el 76% de los consumidores españoles considera que se debería obligar a las empresas a mostrar una total transparencia de su cadena de suministro. Acerca de esto, el 77% afirma que dejaría de comprar productos de una empresa que haya sido declarada culpable de ‘greenwash’ o blanqueamiento verde.

Patricia Daimiel, directora general para el Sur de Europa de NielsenIQ, manifiesta sobre estos datos que “nos encontramos en un punto de inflexión, en el que las empresas que han sido proactivas y genuinas en cuanto a la acción climática tendrán una enorme ventaja, ya que la industria se está esforzando en cumplir los requisitos y los esfuerzos sostenibles obligatorios”.

Y dentro de estos requisitos está el avance en la descarbonización de los procesos y en el tratar de ser Neutro en carbono. Muchas empresas ya han presentado iniciativas en este campo como Neutral Foods que ha logrado una inversión de 12 millones de dólares para continuar con su expansión de productos lácteos neutros en carbono.

Por su parte, Pepsico junto con ADM, ha planteado un proyecto para reducir la huella de carbono en el que tratarán de expandir la agricultura regenerativa en América del Norte; Heineken ha presentado la primera planta de generación de energía termosolar 100% renovable de la industria española, o Primaflor se ha incorporado al proyecto ‘Dejahuella’, que va a evaluar las huellas hídricas y de carbono en los cultivos mediterráneos.

Curiosa es la iniciativa que llevaron a cabo en Reino Unido la marca de bebidas energéticas Tenzing y la plataforma de inteligencia climática CarbonCloud, que celebraron la segunda edición de Knowvember, una campaña de un mes de duración que defiende el poder del etiquetado de carbono para educar a las personas sobre el impacto ambiental de sus compras de comestibles e insta a las marcas a declarar sus emisiones.

La producción ecológica es un escenario consolidado en el que predominan los lanzamientos de producto y se percibe un crecimiento de mercado. En estos meses, hemos notado una mayor cuota de voz en este escenario, respecto a ediciones anteriores.

A esto ayuda a que cada vez más en España la superficie agraria ecológica es mayor. Según los datos provisionales de Eurostat, publicados a finales de septiembre de 2022, la superficie destinada a la producción ecológica en España aumentó el 8% en 2021 frente al año anterior, hasta alcanzar las 2,63 millones de hectáreas, y sitúa ya la superficie agraria útil (SAU) dedicada a la producción ecológica en el 10,79%. Estos datos sitúan a nuestro país entre los principales productores ecológicos por superficie del mundo.

Zumos, frutas y hortalizas frescas, aceites o cereales son las categorías de producto que más se ven este segmento, en el que hay marcas y fabricantes ya consolidados, aunque otras empresas empiecen a sumarse también a la tendencia.

En este periodo hemos conocido propuestas como la nueva línea de ingredientes ecológicos para guisantes de Roquette; la recaudación de cerca de 125 millones de dólares por parte de Soli Organic, que se utilizará para expandir la producción de sus hierbas culinarias ecológicas en Estados Unidos, y el avance en el posicionamiento en la distribución organizada de Food Sourcing Specialists, con su marca de nutrición deportiva ecológica Win It.

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